ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
El fundador de las casas de cultivo tapado de Horquita, Omar Almeida Cobas, tiene gran experiencia con el chile habanero. Foto: Juan Carlos Dorado

CIENFUEGOS.–Puede que Omar Almeida Cobas no tenga plena conciencia de que el ají que cultiva con sus propias manos, desde hace años, sea el más picante del mundo.

Lo que sí sabe muy bien el fundador del sistema de casas de cultivo tapado  en la Empresa Agropecuaria Horquita, es que solo con mucha dedicación y amor pueden cosecharse ejemplares del chile habanero –capsicum chinense, por su nombre científico– como los que él y el resto de los «naveros» entregan.

El estado para la recolección de este producto, verde o maduro, depende del mercado, ya sea el europeo o canadiense, acotó el experimentado agricultor, quien confesó su pasión por el campo y por las bondades que ofrece al hombre.

Entre los atractivos de su faena, Almeida Cobas mencionó la aplicación de tecnología, con un óptimo aprovechamiento de cada centímetro cuadrado de terreno, como la exactitud a la hora de plantar las posturas en el marco adecuado, con una semilla de gran potencial genético-productivo, y, por tanto, de elevados rendimientos agrícolas.

 

EN EL CAMINO DE LA EXPORTACIÓN

Por primera vez, después de varios años de incursionar en el mercado internacional, Horquita, la mayor empresa agropecuaria de la provincia de Cienfuegos, ha enrumbado sus pasos para insertarse en él a través del Polo Exportador de Cienfuegos. Ya se han realizado varios envíos por esta ruta hacia Canadá, el principal cliente.

Yobialkis Rojas Hernández, director de la unidad empresarial de base (UEB) Atención al Productor Horquita, dijo que son numerosas las ventajas de esta comercialización. Entre ellas mencionó la realización del proceso completo desde el mismo territorio, con el consiguiente impacto en el acortamiento de las distancias de transportación, además de lograr mayor frescura del producto.

Añadió que, dada la demanda del chile habanero en el extranjero, tienen en proyecto cultivarlo a cielo abierto, para ampliar el área agrícola. Esta iniciativa incrementaría la producción, en respuesta al volumen de demanda del rubro, tanto para satisfacer los contratos con los canadienses como con otras regiones geográficas interesadas.

Según Rojas Hernández, tanto para la UEB como para el módulo de casas de cultivo tapado, el saldo es muy favorable, porque repercute favorablemente en el bolsillo de los trabajadores, en tanto la entidad recibe determinada cuantía en componente de mlc que se destina a la compra de insumos fundamentales de insecticidas, fungicidas, fertilizantes, la propia semilla y otros recursos materiales asociados al desarrollo del chile habanero.

El proceso de exportación de este producto agrícola incluye un complejo entramado que inicia desde la preparación de los suelos, las distintas fases de germinación, crecimiento, desarrollo y fructificación de las plantas, hasta su posterior cosecha y rigurosa selección de los ejemplares que, finalmente, son empaquetados con destino comercial.

Un paso imprescindible en cada una de esas etapas lo constituye el control y la exigencia sanitaria. De ello se encarga Niarfi Morejón López, especialista de Sanidad Vegetal en la Delegación Provincial de la Agricultura en Cienfuegos, con una vasta experiencia de casi dos décadas en la profesión.

Durante las diferentes fases de certificación de las exportaciones, de acuerdo con la Resolución 441 –explicó el técnico–, se comienza desde el mismo inicio de la campaña con la siembra, la observación de las posibles plagas o enfermedades en el cultivo, cuyo objetivo consiste en evitar que pasen por frontera con esa afectación.

En lo adelante tenemos la obligación, desde el punto de vista de calidad de cosecha en campo, de hacer cumplir lo que el permiso exige, precisó.

Si bien, por el momento, la Empresa ha encontrado una fortaleza en el chile habanero, existen perspectivas de ampliar la cartera con otros renglones exportables como el ají pimiento, la piña española roja y la lima persa. En el caso del pimiento, están preparando cuatro casas, ya certificadas por Sanidad Vegetal.

Además del compromiso que tiene el mayor polo productivo de la provincia con la alimentación del pueblo en viandas, granos, hortalizas y vegetales, los horquiteños buscan nuevos horizontes en el exterior, a fin de encontrar por esta vía fuentes de financiamiento para su permanente desarrollo y el mejoramiento de la infraestructura.

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