El 23 de marzo de 1979, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz inauguró el Hospital Provincial Clínico Quirúrgico Docente Dr. Gustavo Aldereguía Lima, en Cienfuegos, una flamante instalación asistencial dotada de diez unidades quirúrgicas, 24 salas, 616 camas, 33 locales de consulta, laboratorios y la tecnología de punta para la época.
No en balde, en su discurso de apertura, el líder histórico de la Revolución subrayó: «Podemos afirmar que en este momento este hospital es el que tiene la mejor base material de Cuba, la mejor edificación del país, la más funcional, la más práctica, la más racional. Es el hospital mejor equipado del país».
A lo largo de cuatro décadas y media, su colectivo de especialistas y técnicos ha salvado la vida de miles de personas. El pueblo cienfueguero agradece a las generaciones de galenos, personal de enfermería y otros que han laborado a través de la historia del hospital.
Son tantos los relatos en los que el combate por la vida resultó victorioso aquí, que para contarlos se requerirían varios libros: en accidentes masivos, a través de la pandemia de la covid-19, durante la lucha contra el dengue…
La batalla es diaria y no cesa, pese a las limitaciones de un criminal bloqueo –que afecta especialmente a la Salud– y la inclusión de Cuba en la lista de estados supuestamente patrocinadores del terrorismo. En ocasiones, producto de ese cerco, escasean ciertos recursos; pero son garantizados otros muchos, en función de sanar a los pacientes, sin que estos ni sus familiares tengan que erogar un centavo.
La obra altruista tejida en el Gustavo Aldereguía Lima constituye la mejor respuesta a las palabras de Fidel, hace 45 años: «Este hospital significa mucha seguridad para los cienfuegueros, para las familias de toda la provincia. Seguridad, tranquilidad, porque saben que cualquier problema de salud será afrontado de manera óptima en este centro. Para los niños, para los hombres, para las mujeres, para los jóvenes y para los ancianos».
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