ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
En el municipio de Guantánamo ya suman 44 los consultorios médicos de la familia y más de 20 000 los habitantes que se benefician, muchos de ellos en comunidades vulnerables. Foto: José Llamos Camejo

Guantánamo.–«De todo corazón, gracias; necesitábamos esta mejoría», dijo Francisco Galliná. Es lógico que lo hiciera en plural y en primera persona, pues él hablaba en nombre de todos los que se atienden en el consultorio médico de la familia (CMF) reinaugurado en la calle Santa Rita, entre 5 y 6 sur, en esta ciudad.

«La solicitud de que nos lo repararan fue un planteamiento que nunca faltaba en las reuniones de rendición de cuenta de los últimos años», le comentó a la prensa Francisco Galliná, delegado a la Asamblea Municipal del Poder Popular por la circunscripción en la que está enclavado el cmf del que «¡ahora sí está como nuevecito!», dijo una vecina del lugar.

Golpeada por el paso del tiempo y los muchos aprietos económico- financieros, la instalación, aunque nunca dejó de prestar servicios, en la práctica lo hacía con incomodidades crecientes desde hace años, debido al deterioro.

Como ave fénix, enero la ve resurgir ahora, con mobiliario, marquetería, sistemas hidrosanitario y eléctrico nuevos, y un retoque de pintura y buen gusto, el cual le da la apariencia de otro inmueble nacido en el mismo lugar.

Renacida parece también la sonrisa de Marilín Torres, la todavía joven doctora holguinera que hace casi década y media llegó a este sitio para ejercer como médico de familia, y aún permanece aquí. La casa de esta especialista en Medicina General Integral es precisamente su CMF, al que pertenecen las 782 personas que habitan los 342 núcleos familiares ubicados en las cuatro manzanas que circundan la instalación.

 

LATIDOS RENOVADORES

No ha sido un golpe de la suerte ni del azar, y es eso lo más hermoso del acontecimiento que la vecindad aplaudió a las puertas del consultorio médico de una barriada guantanamera, casi al mediodía de una de estas esperanzadoras jornadas que vive el Alto Oriente cubano.

En medio de la ventolera de una crisis económica, agravada en el caso de Cuba por los efectos del bloqueo estadounidense, otro viento, restaurador, se abre paso. En esa ruta se encuentran los cerca de 11 550 CMF (582 de ellos en Guantánamo) y los más de 43 000 profesionales de la Salud que desde esos inmuebles le dan vida al Programa del Médico y la Enfermera de la Familia, el cual, ideado, gestado y abierto por el Comandante en Jefe hace cuatro décadas, invadió los campos, las ciudades y las montañas de este archipiélago.

Viene Cuba de un año en el que 1 035 CMF recibieron acciones de mejoramiento. Esa estadística incluye 122 consultorios distribuidos en toda la geografía de Guantánamo; provincia que en calendarios recientes reportaba 142 de las referidas instalaciones de Salud comunitaria evaluadas en estados de entre mal y regular. La restauradora dinámica continúa, y en el año actual debe incluir al menos los otros 20 dispensarios pendientes por remozar aquí.

Pero –coinciden especialistas, directivos de la Salud y autoridades del Gobierno en el territorio–, el rescate apunta con el mismo rigor a los conceptos fundacionales, propósito que, a juicio de la doctora guantanamera María Inés Jiménez de Castro Morgado, pionera de este programa en la más oriental, también implica el completamiento de los Grupos Básicos de Trabajo con la nueva concepción de la Medicina Familiar, y la integración de todos los procesos a nivel de consultorios, en busca de indicadores de Salud aún más altos.

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