El ingeniero mecánico Llefrin La Rosa Viell se desempeñó como jefe de la Técnica en la unidad empresarial de base (UEB) Palma Soriano, de la Empresa Provincial de Transporte Santiago de Cuba, hasta febrero de 2022, «entidad a la que debo lo que soy profesionalmente, y a la que impulso hoy desde la mediana empresa Servicio Automotor Viell (SAV), una mipyme que fundé en esa fecha, y en la que laboramos 36 trabajadores».
Granma llegó cuando se estaban discutiendo, en la sección sindical, los principales resultados económicos, la correlación entre el salario y la productividad, así como los compromisos en ocasión del aniversario 65 del triunfo de la Revolución.
«Yo soy un comunista convencido, seguidor de las ideas de Fidel, y que veo en el cumplimiento del objeto social el fin de toda empresa, organización u organismo; en nuestro sistema no debe haber cabida para otra concepción», esclareció el emprendedor palmero.
La mipyme gestiona dos emplazamientos y equipamiento arrendados a la Empresa Provincial de Transporte, en los que se realizan reparaciones generales a autos ligeros, ómnibus y de otros medios de gran porte, servicio de fregado, una tienda de partes y piezas, y hasta se incursiona en la reparación de equipos electrodomésticos.
A la altura de noviembre de 2023 tenían «relaciones contractuales con 18 empresas estatales, incluso una de Holguín; pero, la preferencia, por decirlo de alguna manera, la tiene la de Transporte, a la que prestamos servicio sin coste alguno», aseguró La Rosa Viell.
A CADA QUIEN, SEGÚN SU TRABAJO
En 1875, Carlos Marx, refiriéndose a las remuneraciones por concepto de salario, planteó que «en la primera fase de la construcción del socialismo» se aplicará el principio de «a cada quien, según su trabajo». En ese sentido, la Constitución de la República lo asume en su artículo 31, y para los trabajadores de sav es una realidad.
«Aquí promovemos la eficiencia y la calidad. Mientras más se trabaja, más se cobra», destacó Marielena Hechavarría, jefa del Taller número 2, quien, con 38 años en el sector, siente «mucha satisfacción con la implementación de las medidas para impulsar nuestra economía personal y nacional».
Mientras, Henry Estrada, ponchero, y Francisco López, tornero, se enfocan en sus respectivas funciones, «y en el trabajo en equipo» para superar los 13 000 pesos cobrados en noviembre, aunque el salario básico es de 3 500 pesos.
«Todo ello repercute en la cuota sindical y en aporte a la Patria», especifica Llefrin, quien recuerda sus orígenes campesinos, la oportunidad de hacerse ingeniero e ingresar a las filas del Partido en 2008, e insiste en proponer al joven Alejandro, «cuyas condiciones como revolucionario y trabajador lo avalan para ingresar a la organización juvenil cantera del PCC».
La mediana empresa se comprometió con que dos ómnibus marca Diana, bajo el estatus de arrendamiento, comiencen a prestar servicios en la Ciudad del Cauto, «ajustados a la tarifa aprobada en el territorio», resaltó La Rosa Viell, tras recibir a sus compañeros de la ueb de Transporte local, que en la persona de Alberto Rodríguez Garcés, jefe técnico, «agradecemos su asistencia incondicional en cuestiones de mecanización, sin cobrar un centavo».
Automóviles de las empresas Eléctrica, TabaCuba, Comercio y Gastronomía, Azumat y de unidades presupuestadas como Educación, Salud, Trabajo y Seguridad Social, y no pocos del sector privado, están en los talleres de esta mipyme, que ha sido consecuente con las políticas aprobadas en Cuba, demostrando que, sin especulación y abuso, se pueden obtener ingresos, generar utilidades y cumplir con el objeto social que distingue a cada entidad de la Cuba socialista que construimos.



















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