Cumanayagua, Cienfuegos.–Aquella picada de abeja marcó para siempre la vida de Silvino González Alboláez. Lejos de ahuyentarlo de la curiosidad por los labororiosos animalitos, el aguijonazo despertó en el niño de entonces el interés por el enigmático mundo de la apicultura; y por ello se hicieron más frecuentes las visitas al colmenar de su abuelo Juan, a cuyo lado aprendió las mañas y el oficio para el manejo de los enjambres.
La pasión de Silvino por la crianza y el cuidado de esos artrópodos se fue acrecentando con los años, y al cabo del tiempo logró compartir la misma afición a sus hermanos Ramón, Juan y Luis Aberto. Este último ha asumido el liderazgo de esa suerte de cofradía familiar.
Los González Alboláez cuentan actualmente con siete apiarios y 165 colmenas, distribuidos en la zona de Cuatro Vientos, paraje montañoso del Macizo de Guamuhaya, municipio de Cumanayagua, en la provincia de Cienfuegos.
Asociados a la cooperativa de producción agropecuaria Victoria de Girón, desde 2019 se inclinaron por asumir la miel ecológica.
La también denominada orgánica o Bio es aquella obtenida de las floraciones de los campos con certificación ecológica, alejados de las zonas urbanas, de cultivo extensivo, o de cualquier lugar en el que pueda haber contaminación por sustancias químicas.
Luego, para ser considerado un producto con esas características y propiedades naturales, debe cumplir con el protocolo exigido por las agencias evaluadoras.
ABEJAS LIBAN EN BALLESTERO
Ballestero es un punto de la agreste geografía de Cumanayagua, en la cual trabaja Luis Alberto, quien afirmó que, por supuesto, los requerimientos técnicos en la atención de los apiarios certificados precisan de una sistemática capacitación. De ahí que, mensualmente, los productores apícolas reciben algún tipo de superación, ya sea teórica o práctica.
Sin embargo, el manejo de las abejas no solo depende de los conocimientos sobre costumbres, hábitos y modo de proceder de estos interesantes insectos. Cada castra es una confrontación entre el instinto animal y la sabiduría humana.
Entonces, los métodos en tal operación requieren de destreza, pero también de mucha precaución y esmero, en pos de no estropear el desarrollo de la organización de las llamadas apis mellifera, también conocidas en Cuba como abejas criollas.
Desde luego, además de las mallas de protección, sombreros, guantes y otros agregados, los productores disponen de equipos especializados como el humador, una suerte de fuelle para ahuyentar a las abejas en el momento de la manipulación de los panales. También son imprescindibles la pinza o chaveta, cuchillo, cepillos y otras herramientas especializadas.
Un importante aporte al proceso de extracción del valioso alimento lo consiguieron los hermanos González Alboláez con la confección del módulo de castra. De este equipamiento, compuesto por centrífuga y otros aditamentos necesarios, se encarga Juan, quien maneja con habilidad esa tarea entre el resto del colectivo.
Vale señalar que en la adquisión de piezas, componentes y el montaje del mecanismo en la carreta habilitada intervenimos todos, exclamó, con sano orgullo de montañés.
DESARROLLO DE COLMENAS ECOLÓGICAS EN CIENFUEGOS
Alberto Vicente Águila Abreu, director de la unidad empresarial de base (UEB) Apícola Cienfuegos, indicó que, desde sus inicios en 2018, hasta la fecha, la provincia ha logrado desarrollar 760 colmenas destinadas a la producción de miel ecológica, con cinco apicultores radicados en zonas montañosas de Cumanayagua.
En los últimos años lograron avalar el producto con una agencia certificadora europea, precisó el directivo, quien añadió que, por sus cualidades orgánicas a favor de la salud, consistencia, sabor y color, la miel orgánica tiene gran demanda en el mercado internacional, sobre todo en el Viejo Continente, con precios muy estimulantes.
Tales incentivos promueven el fomento de esta línea de la apicultura, exigencias que requieren de mejores condiciones para ser más eficientes e incrementar esta vía de ingresos de divisas al país, comentó Águila Abreu.
Entre las proyecciones y perspectivas, señaló el Director de la UEB, el trabajo comenzó hace cinco años, con la microlocalización de las zonas idóneas, de conjunto con especialistas del Citma, Sanidad Vegetal y las entidades reguladoras de Veterinaria y de Suelos. Para este año se prentende incorporar el territorio aledaño al camino que da acceso a la cueva Martín Infierno.
Siempre –aclaró– se han buscado las potencialidades de las plantas melíferas, cuyas características favorecen la sostenibilidad con superficies de manejo agroecológico adecuado, en los que son menores los riesgos de incendios forestales.
Esperan concluir 2023 con unas 800 colmenas ecológicas y una producción de 52 toneladas; en tanto, el programa hasta 2030 concibe llegar al millar de esas colonias y un saldo de unas 70 toneladas de miel orgánica, sostuvo.
En sentido general, la apicultura convencional en el territorio no está en buen momento, con una incidencia negativa de la sequía y los incendios forestales. Ante esta situación, explicó Águila Abreu, la estrategia, tras un primer trimestre incierto, fue mover colmenares hacia lugares de mayor floración, con un impacto productivo, pues fue posible detener el decrecimiento que arrastraban.
Aunque se quedaron con 15 toneladas por debajo del plan, confían en aprovechar octubre, noviembre y diciembre, los meses más provechosos y de mayor rendimiento en la cosecha, y laboran por el fortalecimiento de las colmenas en el último trecho del año.
Al decir del directivo, esta es una rama de la agricultura muy bondadosa, comoquiera que, además de la miel, obtienen cera, polen, propóleo y jalea real. Ya están en fomento en la provincia los cinco renglones, entre estabilizados y en desarrollo, y solo falta por incursionar en el veneno, con clara vocación exportadora.



















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