Cienfuegos.–Nancy Cobas veía muy lejos de hacerse realidad el sueño de tener una casa propia, para disfrutarla en compañía de su esposo y de sus hijos. Pero un buen día, cuando menos lo pensaba, el delegado de circunscripción del consejo popular de Juraguá la visitó, en el precario local que habitaba, para hablarle de la remodelación de una vieja nave que sería reconvertida en confortables viviendas, para ella y los suyos, y para otras familias.
Aunque al principio tuvo sus dudas, la líder natural de la comunidad El Tabaco, del municipio de Abreus, muy pronto tuvo la certeza de que su futuro cambiaría. El acarreo de materiales y la entrada de la brigada de constructores así lo corroboraron.
Entonces supo que el suyo estaba incluido entre los cuatro barrios en situación de vulnerabilidad del referido municipio, como parte del programa de mejoramiento de las condiciones habitacionales, y otras transformaciones sociales.
Un poco más distante, en la cabecera municipal, otros 482 pobladores de El Seboruco recibían similar alegría. Aquí la delegada de la circunscripción número 1, Neyvis Acea González, expone con orgullo lo logrado en el asentamiento.
«Del fondo de unas 174 viviendas, han sido beneficiadas 107, en mayor o menor medida; varias de estas ejecutadas totalmente y otras con rehabilitación de techos, redes hidrosanitarias, cambio de carpintería, repello de fachadas, exteriores y pintura», precisó la también Vicepresidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular.
Desde el punto de vista de objetivos sociales y económicos, se acometió otro significativo grupo de obras. Neyvis mostró, entre las de mayor connotación, la reparación de la dulcería La Especial, única de su tipo en el pueblo; el local del centro de salud mental y la colocación de dos telefonías públicas.
«La conclusión de otros objetos de obra dan respuesta a planteamientos históricos de los electores, como es el caso del mejoramiento del alumbrado público, la restauración del consultorio del médico de la familia, la habilitación de una bodega, la construcción de un miniparque, más de mil metros cuadrados de aceras, mejoras en la fuente de abasto de agua y el arreglo de la calle principal. La población ha estado involucrada y apoyando en la mayoría de las labores restauradoras», señaló Neyvis.
LA ALEGRÍA INIGUALABLE DE UNA CASA
A la doctora intensivista Lyrema Leonard de Armas la encontramos en plena organización de su recién construida casa: «Vivo en este lugar desde hace 39 años, y el techo y otras partes estaban en muy mal estado, con vigas totalmente deterioradas, al igual que la carpintería en general, y qué decir del piso…».
Un ambiente de similar renovación se encuentra en el asentamiento Las 500, una pintoresca comunidad de edificios en medio de las rojas tierras de Juraguá, que data de 1972, y donde habita una población de poco más de 730 habitantes en 322 viviendas.
Aquí Yunier Terry Rodríguez, delegado de la circunscripción número 18 de ese consejo popular, afirma: «Desde que fuimos considerado uno de los barrios en situación de vulnerabilidad, comenzaron los cambios. Los primeros trabajos estuvieron encaminados a la rehabilitación de las aguas albañales y de desechos. Más tarde llegaron las reparaciones de la escuela y del círculo recreativo, y como una bendición para los pobladores surgió el punto de venta de TRD».
Las acciones restauradoras las completan el acondicionamiento del parque y la remodelación de seis edificios. «Sabemos que faltan cosas –reconoció–, pero, como siempre les digo a mis electores, hay que tener paciencia y confianza en las autoridades, pues más temprano que tarde llegarán los arreglos de los viales y la construcción de la parada de guagua, por citar los de mayor urgencia».
Tanto en los barrios de Abreus como en los 41 de los otros municipios cienfuegueros en igual condición de vulnerabilidad, las mejoras constructivas de casas y centros económicos y sociales son solo parte de la actividad transformadora.
El cambio de estilos de vida, hábitos, costumbres, cuidado del medioambiente y la buena convivencia social constituye, tal vez, la tarea más difícil y compleja para llevar adelante por las organizaciones políticas y de masas, además de los trabajadores sociales, sociólogos, sicólogos y otros especialistas de la Salud y organismos implicados.
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