Este fin de semana iniciaron, de forma oficial, en todo el país las celebraciones correspondientes a la temporada estival, una costumbre que conservan los cubanos más allá de las limitaciones económicas y de cualquier desafío de los tiempos que corren.
Embullados por las altas temperaturas, una de las propuestas más atractivas para muchos son los viajes a la playa o el contacto con la naturaleza, una posibilidad que resulta más divertida si se disfruta en familia.
Ese detalle de aprovechar el Verano con amor para recrearse en familia, fue destacado en Twitter por Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político y secretario de Organización del Comité Central del Partido.
En todos los territorios de la nación se han concebido programas variados para complacer los más diversos gustos, con el plato fuerte pensando en el esparcimiento de los más jóvenes, ávidos de divertirse hasta el cansancio después de un año de estudio y trabajo que requirió de grandes esfuerzos.
Como es sensato, en todo festejo debe primar la cordura para no estropear el placer que supone pasarla bien e inclusive asumir el reto que significan las nuevas aventuras.
Una aspiración en Cuba es dignificar la promoción de la cultura para contribuir al sano entretenimiento, sin descartar otras actividades de carácter deportivo o que entrañen algún otro tipo de enseñanza como las visitas a museos o a lugares de interés histórico, entre otras acciones en comunidades en transformación y en los barrios.
Es decir, pensar en fórmulas donde los jóvenes puedan vincular lo formativo con lo recreativo.
De este modo, los meses de verano pueden suscitar muchos ratos alegres para la familia cubana, una pausa necesaria para «cargar las pilas» y asumir nuevas metas.
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