Cienfuegos.–La Granja Genética El Abra llegó a ocupar un puesto de avanzada en la provincia y a nivel de país. Diversas razones condujeron, en un momento determinado, a su depresión. Pero dicho escenario viene revirtiéndose progresivamente, y los aires respirados hoy en esta unidad empresarial de base (UEB) le auguran conquistar, de nuevo, el otrora puesto de centro insignia.
En la entidad, perteneciente a la Empresa Pecuaria El Tablón, del municipio de Cumanayagua, trabajan para el completamiento del rebaño, en pos de alcanzar alrededor de 3 000 cabezas en las 14 vaquerías de la unidad.
Su directora, Yaíma Sarduy Clavijo, compartió que el propósito ahora en este centro –surgido a partir de una idea del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, cuando, en 1976, definió la creación de la Agrupación Genética de la entonces región Escambray– es el mejoramiento genético de las razas Holstein y Siboney. En tanto, incorporan el Gyr lechero.
TRANSFORMACIONES MATERIALES Y DE PENSAMIENTO
Las transformaciones, tanto materiales como de pensamiento, ya se van apreciando entre los pecuarios aquí. La directora explicó que cuentan con colectivos laborales, cuyo principal impacto, además del estado de la masa y las mejoras de las condiciones de trabajo y de vida, se experimenta en el bolsillo de los vaqueros.
Ellos pueden, también, en razón de las gestaciones y los nacimientos, y el trabajo general, llegar a ganar hasta 17 000 pesos mensuales.
A los esfuerzos propios por dignificar este importante eslabón de la ganadería del territorio se suma el apoyo de organismos de la provincia, para realizar acciones constructivas (cubiertas, carpintería y baños) en las 27 viviendas de los ganaderos y sus familias; y la entrega de equipos electrodomésticos (refrigerador, televisor y módulo de cocina por inducción) y equipo de telefonía.
Del sentido de pertenencia que desarrollan los trabajadores y de los nuevos compromisos establecidos, un buen ejemplo se encuentra en el joven Leosdany Águila Armas. Basta un vistazo a sus reses para constatar las buenas prácticas en el manejo y en la alimentación de los animales, condiciones que repercuten en el rendimiento por vaca, cuyo ordeño mecánico, es justo mencionarlo, lo realizan con modernas máquinas de factura china.
Él expresó que, si bien comenzaron con una extracción al día, debido a la condición de novillas, ya alcanzan las dos, con una entrega de unos 120 litros diarios.
CON LOS OJOS EN LA TIERRA PARA EL ALIMENTO ANIMAL
Por supuesto, la situación actual dista mucho de cuando disponían de todo el pienso necesario de importación. Los tiempos que corren han obligado a desviar la mirada del puerto, y fijar los ojos en la tierra para la producción del alimento animal.
La siembra de 150 hectáreas, entre king grass, caña, plantas proteicas, maíz para ensilaje y otras plantas forrajeras, sin descuidar los cultivos varios para el autoconsumo, son objetivos básicos, señaló Sarduy Clavijo.
En la Vaquería No. 2 –una de las varias de la Granja asentada en el valle del mismo nombre– exhiben con orgullo el sellaje de las áreas con las diferentes especies alimenticias, cuyo verdor es una muestra de los beneficios de la lluvia primaveral. Aquí está en funcionamiento una máquina forrajera, con la cual garantizan la dieta de 120 vacas Holstein pura.
Yosday Mesa Sánchez, quien labora en la Vaquería No. 4 e incursiona, por primera vez, en el cruce genético, indicó que en dicho espacio disponen de 72 hembras Holstein, escogidas para experimentar en un proyecto con semen Gyr, una raza más resistente al clima y mayor productora de leche.
De esa masa, tienen 19 con celo sincronizado y tres de ellas inseminadas con celo natural, además de 11 en tratamiento para fecundarlas en los próximos días, añadió.
Asimismo, ya frisan las 190 hectáreas buldoceadas, de las 400 infectadas de marabú.
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