Acerca del acuerdo del Consejo de Estado sobre el trabajo comunitario integrado, Miriam Brito Sarroca, presidenta de la Comisión de Órganos Locales, destacó la importancia de la participación activa del pueblo para alcanzar tal propósito.
Detalló que la metodología del trabajo comunitario integrado debe aplicarse desde la circunscripción y por nuestros delegados, pues esta brinda al sistema del Poder Popular, y en especial a los delegados de las asambleas municipales del Poder Popular (AMPP), el conocimiento de los conceptos, principios, orientaciones y procedimientos generales para su desarrollo.
Esta metodología, precisó, no solo es el resultado de un equipo de trabajo que creó el Presidente, sino que ha sido abordada con el conocimiento de los delegados, de las direcciones de la Asamblea Municipal, de los órganos locales, de los educadores populares y de las organizaciones, instituciones y organismos que están en la comunidad, y que mucho han aportado en este sentido.
Brito Sarroca especificó que el objetivo es fortalecer la defensa de la Revolución en todas sus formas de expresión, así como consolidar el proyecto cubano de desarrollo socialista, mediante la cohesión del esfuerzo de todos y lograr el mejor aprovechamiento de las potencialidades de la comunidad.
Para ello, agregó, el trabajo comunitario se orienta a la organización y movilización de la comunidad, y a propiciar su participación en la identificación y solución de los problemas; desarrollar relaciones de colaboración y ayuda mutua; reforzar el sentimiento de identidad cultural como vía de valoración y apropiación de lo universal, lo nacional y lo local, frente a las tendencias globalizadoras; favorecer la expresión e intercambio de ideas y opiniones entre los miembros de la comunidad, y crear expectativas positivas y objetivas de desarrollo social y personal que contribuyen al bienestar y al equilibrio emocional de las personas.
En cuanto a los conceptos y principios que rigen el trabajo comunitario integrado, la diputada mencionó que la circunscripción es el nivel en el que se debe materializar con mayor efectividad este método de trabajo; por tanto, el delegado será su coordinador principal y el que debe llevar la iniciativa para su desarrollo de conjunto con la comunidad.
Ello define dos elementos fundamentales: el delegado como agente promotor y la circunscripción como escenario principal de la comunidad donde se generan acciones, puntualizó.
Subrayó que, tomando como referencia los artículos de la Ley No. 132, el trabajo comunitario integrado está basado en valores éticos, y respeta la diversidad de tradiciones y raíces culturales; las acciones comunitarias deben tener un interés colectivo, sin dejar de atender aquellas individuales que lo
requieran, y la participación es la vía fundamental para promoverlo.
Acerca de las fases para el trabajo comunitario, precisó que primero se encuentra el diagnóstico, y luego la elaboración y ejecución del plan de acción, y el seguimiento y evaluación del proceso e impacto del plan de acción.
Sin la participación activa del pueblo no lograremos el trabajo comunitario integrado, señaló Brito Sarroca, al tiempo que destacó que para tal propósito son importantes las acciones de capacitación y de comunicación social.
Sobre el tema, Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional y del Consejo de Estado, subrayó la importancia del barrio como un espacio donde se construye el socialismo.
Agregó que el trabajo comunitario funciona siempre que las organizaciones de masas como los CDR, la FMC, la ANAP y la CTC también lo hagan correctamente, pues es un principio de integración.


 
                        
                        
                        
                    





 
     
    










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