Como parte de la preparación de los diputados, previa a la Segunda Sesión Extraordinaria de la X Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), Homero Acosta Álvarez, secretario del Parlamento cubano, se refirió al acuerdo que regula el vínculo de los diputados con los territorios por donde resultaron electos.
Este es fruto de los reiterados planteamientos de la ciudadanía en los múltiples intercambios sostenidos con los candidatos a diputados, y será presentado oportunamente, a consideración de la Asamblea Nacional del Poder Popular, señaló Acosta Álvarez.
Dijo que, entre las acciones previstas para fomentar estos vínculos, mencionó los recorridos por los municipios o distritos por donde resultaron electos los diputados, el intercambio con los vecinos de esos territorios, la visita a los centros de trabajo y de estudio, y la participación en sesiones de las asambleas municipales del Poder Popular (AMPP) del territorio que representan, así como en reuniones de órganos e instituciones locales.
Asimismo, puntualizó que los diputados también deben intercambiar periódicamente con las instituciones y autoridades locales; participar en plenarias, audiencias públicas, actos masivos, reuniones de trabajo y otras actividades; rendir cuenta ante las AMPP, e intercambiar con los medios de comunicación locales.
Acerca de la periodicidad y organización de las acciones, el Secretario de la Asamblea Nacional subrayó que los diputados deben realizar, al menos cada tres meses, visitas a los municipios por donde fueron elegidos, aunque no excluye que puedan planificarse diferentes actividades con otra periodicidad.
Indicó que los parlamentarios residentes en el municipio pueden participar con mayor frecuencia en las actividades del territorio.
Contextualizó que, de acuerdo con la Constitución de la República, en su artículo 113, los diputados deben desarrollar sus labores en beneficio de los intereses del pueblo, mantener vínculo con sus electores, atender sus planteamientos, sugerencias, críticas, y explicarles la política del Estado, y rendir cuenta del cumplimiento de sus funciones como tal, según lo establece la Ley.
Según el artículo 39 de la Ley No. 131, de Organización y funcionamiento de la Asamblea Nacional del Poder Popular y del Consejo de Estado, agregó Acosta Álvarez, los diputados coordinan sus funciones como tal con sus responsabilidades y tareas habituales; al tiempo que su condición tiene alcance nacional, pues ellos no representan exclusivamente al territorio por donde fueron electos, sino también los intereses del país.
Otra cuestión, destacó, es que nuestros legisladores, durante el desarrollo de sus actividades en los territorios, recepcionan todos los planteamientos, sugerencias y críticas que le sean formulados por los electores, y los evalúa con el Presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular y las autoridades locales que considere pertinente.
Agregó que la Secretaría de la ANPP y sus departamentos independientes de relaciones con los órganos locales chequean en sus visitas de control el cumplimiento de lo regulado en este acuerdo, cuyo cumplimiento lo evalúa de forma anual el Consejo de Estado.
Al concluir su intervención, recordó las palabras de Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, al expresar, en la Sesión Constitutiva de la X Legislatura, que «solo nos esperan mayores responsabilidades y un elevado deber: servir al pueblo de Cuba, conectados siempre con sus demandas y necesidades».
UNA NORMA DE TRASCENDENCIA
Esteban Lazo Hernández, miembro del Buró Político del Partido y Presidente de la ANPP, expresó que la Ley No. 131, de Organización y funcionamiento de la Asamblea Nacional del Poder Popular y del Consejo de Estado, es una norma de trascendencia, en la cual el trabajo debe ser constante.
Señaló que el alcance de esa normativa jurídica fue aprobado en el Buró Político del Partido, y en ella está implicado todo el país.
Destacó el principio en la vinculación de los delegados y diputados con quienes lo eligieron, al tiempo que exhortó a mantener el apoyo a los delegados de circunscripciones, a partir de las regulaciones y normas que se establecerán.
Lazo Hernández destacó la necesidad de educar al pueblo en cuáles son las funciones de los diputados y de la administración, señalando que la resolución de los problemas debe partir desde los municipios o las provincias.
Exhortó a convertir los encuentros de los diputados con sus electores en diálogos, en los cuales exista una retroalimentación de las propuestas de la población para que no se vea solo como una visita, lo que no cumpliría el objetivo del contacto con las personas. «Si no lo hacemos así, no lograríamos el objetivo planteado», significó.
Raúl Palmero Fernández, diputado por el capitalino municipio de Arroyo Naranjo, se refirió al vínculo con la población durante los procesos previos a las pasadas elecciones nacionales; por lo que este no debe cesar. Este proceso, acotó, no lleva a suplantar el papel del delegado de circunscripción.
Suyen Rodríguez Pérez, diputada por el municipio de Palma Soriano, en Santiago de Cuba, abordó la necesidad de que los diputados sean capaces de transmitir a la población las políticas del Estado, a partir de «nuestras funciones administrativas, ejecutivas y representativas. El ejercicio hombre-hombre no puede ser sustituido.
«Deben existir mecanismos que, despojados de formalismos, permitan dar soluciones a los problemas de la población. No resolver las distintas situaciones en un plano individual del diputado, sino a través del municipio», agregó.
La relación entre el pueblo y los gobernantes no puede romperse, y en nuestro pueblo hay una gran capacidad creativa, la que no puede quedar desamparada. Por eso la creación de un sistema de normas que regule esta relación es fundamental en dicho proceso, señaló.


 
                        
                        
                        
                    





 
     
    










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