Cuando este 7 de abril se celebra el Día Mundial de la Salud, que coincide con el aniversario 75 de la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), son numerosos los desafíos que enfrentan las naciones para alcanzar la meta de salud para todas las personas mediante el acceso a sistemas sanitarios más inclusivos y resilientes.
De acuerdo con el doctor José Moya Medina, representante de la ops/OMS en Cuba, durante décadas, la organización global de salubridad ha hecho frente a las principales dificultades para lograr que las personas nazcan, crezcan, trabajen, vivan y envejezcan con buena salud; y, además, ha cumplido un papel fundamental en la promoción de la integración de la perspectiva de género y la inclusión de las personas con discapacidad.
Acerca de algunos logros significativos de la Salud Pública mundial en las últimas siete décadas, mencionó la erradicación de la viruela en 1980, una enfermedad muy contagiosa y mortal, que cobró alrededor de 300 millones de vidas solo en el siglo XX; o la casi erradicación de la poliomielitis, patología devastadora reducida en un 99,9 %.
Sin embargo, alertó, estos logros se ven constantemente amenazados por la persistencia de las desigualdades en la atención de Salud.
«Por eso, la meta de que todas las personas gocen de buena salud sigue siendo muy importante hoy», afirmó.
Unido a ello, agregó, la actual pandemia de la COVID-19 ha dejado lecciones muy dolorosas a los pueblos del mundo, y ha demostrado la urgente necesidad de generar cambios en los sistemas sanitarios, que permitan el acceso real a los servicios de Salud, como expresión de un derecho humano básico.
Como expresión de esas desigualdades sanitarias, que afectan a las poblaciones más vulnerables, ilustró el funcionario que tres de cada diez personas en el mundo no pueden acceder a servicios de Salud esenciales, y una de cada cuatro se enfrenta a gastos sanitarios que no puede solventar.
«Para que la meta de Salud para todos sea una realidad, necesitamos personas y comunidades que tengan acceso a servicios de Salud de calidad, con trabajadores del sector calificados y comprometidos en una sólida red de atención primaria de Salud», reiteró.
CUBA SOBRESALE EN ACCESO A LA SALUD, PESE A DIFICULTADES
La llegada y propagación de la COVID-19, unido a otros factores como la crisis económica global y el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a la Isla por el Gobierno de EE. UU., han provocado numerosas tensiones, dificultades y carencias materiales en el Sistema Nacional de Salud cubano durante los últimos tiempos.
Sin embargo, la esencia humanista por la que se rige la Salud Pública desde el triunfo de la Revolución Cubana en 1959 ha permitido, pese a la difícil situación, no renunciar al sistema sanitario gratuito, accesible, inclusivo y universal, que distingue a nuestra nación, y que además constituye una prioridad dentro de la gestión gubernamental y del Estado.
En reciente conferencia de prensa, la doctora Carilda Peña García, viceministra cubana de Salud Pública, resaltó que nuestro Sistema Nacional de Salud, como una de sus principales fortalezas, abarca varios niveles escalonados, que comienzan desde la atención primaria en la comunidad, que suma 450 policlínicos y más de 11 000 consultorios del médico de la familia.
Dentro de los siguientes niveles de atención al paciente, subrayó la directiva, se cuenta con 149 hospitales, 62 000 camas para hospitalización y 12 institutos de investigación, al tiempo que para la formación de profesionales sanitarioswexisten 13 universidades de ciencias médicas.
La Viceministra de Salud Pública destacó el fortalecimiento del Programa Nacional de Inmunización a lo largo de estos años. Se dispone de un total de 11 inmunobiológicos, de ellos ocho son de producción nacional, los cuales han permitido el control de 13 enfermedades, algunas erradicadas.
Destacó la doctora Peña García, a su vez, la existencia de programas que se ponen en función de la Salud de manera organizada, como, por ejemplo, los dirigidos al control de las enfermedades no transmisibles y los factores de riesgo que la generan; o aquellos contra las enfermedades transmisibles, en particular las que se transmiten por vectores.
Recordó que Cuba fue el primer país en eliminar la transmisión materno-infantil de la sífilis congénita y el vih/Sida, condición que se alcanzó en 2015 y se mantiene hasta la fecha.
También resaltó los logros de la ciencia cubana en el sector de la Salud en cuestiones relacionadas con técnicas quirúrgicas y otros procederes de atención, así como los resultados de la industria biofarmacéutica, con un grupo de fármacos innovadores de impacto en la salud de la población cubana, como es el caso del Heberprot-p o las vacunas cubanas anticovid-19, por solo citar ejemplos.
En cuanto a la pandemia –enfermedad que afectó al sistema de Salud, principalmente durante la propagación de las variantes Beta y Delta–, la Viceministra de Salud indicó que contabiliza más de 1 100 000 casos, 8 530 fallecidos, y un 99,2 % de recuperados; con una situación epidémica bajo control, gracias, en gran medida, a la vacunación masiva con inmunógenos de producción nacional, creados por la industria biotecnológica nacional.
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