Nada es completamente malo ni nada es completamente bueno; siempre existe, cuando menos, una mínima porción de blanco sobre lo negro o viceversa. Esto debía funcionar para todas las cosas de la vida, pero no siempre pasa. Unas veces, por absoluto desconocimiento, y otras, por mala voluntad.
Algo así viene sucediendo con Cuba en los grandes medios de la (des)información, o en las arremetidas rabiosas de resentidos y cipayos que pululan en las redes sociales.
Aquello de «una de cal y otra de arena» deja de funcionar cuando se habla de esta Isla; ahora solo tenemos un montón de cal, pero no hay arena.
Los que habitan en otras latitudes allende los mares, sin que alguna vez visitaran esta Isla y su único punto de contacto informativo con la Mayor de las Antillas es la prensa occidental, los canales de YouTube y los perfiles en las redes sociales –publicitados y muy bien pagados–, a cargo de quienes nos desprecian, es casi seguro que no conozcan de nuestra realidad ni una mínima parte. Le han metido tanta cal en los ojos que, mirando a Cuba, solo verán la imagen borrosa de una realidad distorsionada.
Sin embargo, un poco de perspicacia y algo de sentido común debían indicar que está faltando arena en la balanza.
Si como dicen, vivimos bajo una dictadura, ¿por qué miles de jóvenes marcharon con antorchas el 28 de enero junto a los líderes del país? Si es un estado policial ¿Por qué no están las imágenes de militares con armas largas en los espacios públicos? ¿Puede una nación en ruinas tener cuatro vacunas de fabricación nacional contra la COVID-19? ¿Puede hacer cirugías gratis de corazón abierto? ¿Puede luchar contra el cáncer, contra la diabetes o el Alzheimer, sin que el interés mayúsculo sean las ganancias?
¿Podría un pueblo sumido en la tristeza mandar a cientos de miles de sus jóvenes a cerca de 10 700 instituciones educativas estatales, completamente gratis? ¿Es síntoma de desesperanza que se envíen médicos a cualquier rincón del mundo que los necesite, como ahora para auxiliar a los miles de heridos del devastador terremoto en Türkiye?
Como estas, son muchas otras las noticias que nunca se dirán de Cuba. Será ignorado el bloqueo económico más largo y criminal de la historia moderna, será menospreciada la solidaridad de los cubanos, serán silenciados los esfuerzos y se apostará porque la humanidad acabe por olvidar aquella sentencia de Abraham Lincoln: «Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo».
Sin embargo, no hemos olvidado que una idea justa desde el fondo de una cueva puede más que un ejército. Eso lo aprendimos de nuestro José Martí.
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Renato Peña dijo:
1
16 de febrero de 2023
09:06:59
Raisa Kozulina de Rusia dijo:
2
16 de febrero de 2023
13:23:52
Tania María Almarales Jacas dijo:
3
23 de febrero de 2023
14:11:57
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