CAMAGÜEY. — Erguida en toda su majestuosidad, la Plaza de la Revolución Mayor General Ignacio Agramonte Loynaz acaba de cumplir 25 años como espacio emblemático de esta ciudad patrimonial, que ha sido testigo y protagonista de momentos trascendentales de la historia lugareña y nacional.
Si bien la inauguración oficial fue el 31 de enero de 1998, su estreno, no concluido aún el complejo monumentario, se remonta al 26 de julio de 1989, con el discurso del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en el acto central por el aniversario 36 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.
La obra, de especial magnitud y belleza, fue concebida por un equipo de prestigiosos profesionales, con el arquitecto Alexis Souto Amador como proyectista general, cuyo propósito y compromiso cívico, moral y patriótico fue rendirle digno homenaje a una de las figuras señeras de la historia de la nación cubana.
Perteneciente a la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey, la institución tiene capacidad para acoger a más de 100 mil personas, quienes encuentran en su gran explanada el lugar ideal donde exponer al mundo su fe inquebrantable en la Revolución y su proyecto de justicia social, paz y equidad.
Todavía se recuerdan en este terruño la misa ofrecida por el Papa Juan Pablo II, las tribunas abiertas a favor de la devolución del niño Elián González y de la liberación de los cinco héroes prisioneros en cárceles del imperio, y el acto central por el Día de la Rebeldía Nacional, el 26 de julio de 2007, con la presencia del General de Ejército Raúl Castro Ruz.
Hondo caló igualmente en el pueblo camagüeyano el tributo póstumo ofrecido al máximo líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, cuyas cenizas pernoctaron el 1 de diciembre de 2016 en el Salón Jimaguayú, para al día siguiente continuar su marcha el cortejo fúnebre hacia Santiago de Cuba.
Desde su fecha inaugural hasta el presente, su colectivo de trabajadores ha sumido con responsabilidad, sentido de pertenencia, sencillez y alta profesionalidad, la misión de promover, a través de diferentes vías, el conocimiento de la vida y la obra del más ilustre de los camagüeyanos.
Como institución sociocultural y punto de reunión más importante del territorio, en estos 25 años la Plaza de la Revolución Mayor General Ignacio Agramonte Loynaz se ha erigido en puntal imprescindible para la transmisión de valores y el fomento del amor por la historia, la cultura y las tradiciones.



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