Las sirenas sonaron este viernes al filo de las ocho de la mañana en la ciudad de Sancti Spíritus. Desde cualquier punto en el centro de la urbe se podían escuchar los coros de los jóvenes y la bulla de los niños, y quien se asomara a su puerta o a su balcón podía ver la alegría de los caravanistas.
El lugar de encuentro común fue el parque espirituano Serafín Sánchez, donde esperaban las principales autoridades del Partido y el Gobierno en la provincia. ¿El motivo? Rememorar los 64 años de aquella caravana de la libertad que pasase por Sancti Spíritus un 6 de enero de 1959.
Recuerda la leyenda popular que aquel fue un día nublado, con un poco de lluvia; pero en la calle resplandecía un pueblo esperando a Fidel y a los rebeldes, los barbudos que traían en sus manos la victoria contra una tiranía que ejercía, desde el poder, la voluntad de otro gobierno.
Varios reconocimientos a espirituanos destacados por su trabajo fueron entregados; además, se otorgó el carné del Partido y de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) a nuevos militantes de esas organizaciones, jóvenes que en su vida laboral ponen empeño diario por una mejor nación.
Se entregó también la réplica del machete de Serafín Sánchez, máxima distinción del territorio, al destacado periodista Raúl García Álvarez, por su destacada trayectoria a lo largo de su carrera, como corresponsal de Prensa Latina y periodista de medios como Radio Sancti Spíritus, Juventud Rebelde, los semanarios Vanguardia y Escambray, entre otros.
Las palabras de Fidel se repiten hoy en Sancti Spíritus con la misma convicción que la primera secretaria del Comité Provincial del Partido, Deivy Pérez Martín, las cita en sus intervenciones: «Si las ciudades valen por lo que valen sus hijos, si las ciudades valen por lo que se han sacrificado en bien de la patria, si las ciudades valen por el espíritu y la moral de sus habitantes (…), Sancti Spíritus no podía ser una ciudad más».
Así lo hicieron sentir de nuevo este año los espirituanos y espirituanas, quienes como cualquier habitante de esta Isla han vivido las carencias y vicisitudes que impone la actual situación económica, agravada por el siempre perjudicial bloqueo económico, el cual aprieta sus tuercas cada año; mas otras tuercas, las de la dignidad, los principios, la historia, no se han aflojado.
Por ello en su discurso de conclusión, Abran Sánchez, miembro del Buró Provincial de la Unión de Jóvenes Comunistas, afirmó que aunque Fidel no está presente físicamente, sus ideas permanecen en el actuar cotidiano de los espirituanos: «Ha sido un año de combate, de resistencia creativa. La juventud espirituana en el paso de esta caravana ha dejado una antorcha encendida hacia el futuro, aportando más al país en lo económico y lo social, en la defensa de las conquistas de la Revolución, aun con las armas si fuera necesario».
La canción Gallo de Pelea sonaba al cierre de la actividad. Los jóvenes corrían, nuevamente, con las banderas hacia los camiones; trepaban orgullosos de llevar en sus manos los mismos deseos y la misma pasión de aquellos rebeldes que nos trajeron la libertad. Mientras partía la caravana seguía escuchándose: «claro que sé lo que soy, claro que sé dónde estoy, claro que sé a dónde voy».



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