ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Los operarios de la División de Talleres Asertec Holguín ponen todos sus conocimientos y habilidades en la fabricación de los implementos requeridos en el nuevo marco de plantación. Foto: del autor

Lo que ocurre en los campos de caña y en las fábricas de azúcar apasiona al doctor en Ciencias Técnicas Vladimir Álvarez Sánchez, investigador persistente y profesor titular de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Holguín. Al abordarlo para conocer su opinión sobre el conjunto de medidas puestas en vigor en el país con el fin de salvar al sector azucarero, asegura que conforman un grupo de acciones necesarias.

A renglón seguido pone sobre la mesa la tesis que ha sostenido por muchos años: «Es imposible lograr la recuperación pretendida si no eliminamos los daños intrínsecos que causa a la caña la mecanización».

Ha observado que el amplio empleo de maquinaria agrícola, lo que se ha hecho con fines de humanizar la labor de los campos, ha incidido, igualmente, en la disminución de los rendimientos agrícolas, porque se aumentó la distancia entre hileras de caña.

Con la introducción masiva de tractores, el marco de siembra de un metro con 20 centímetros se pasó a 1,60. Por tanto, antes, en cien metros había 83 hileras de caña y ahora hay 62, argumenta.

«Los neumáticos de las cosechadoras, tractores, camiones y remolques transitan sobre el terreno donde se desarrolla el sistema radicular de la caña. Esto lleva a la compactación, que trae consigo la disminución de la aireación y del ímpetu de crecimiento de las raíces. A la vez, genera el encharcamiento y este el incremento de la salinidad».

Compactación, asevera, también significa menor infiltración de agua, que lleva a mayor escurrimiento superficial y erosión de la materia orgánica.

Otro de los daños intrínsecos de la mecanización, continúa, es el desgarramiento que la caña sufre a causa de los discos inferiores de corte de las cosechadoras, lo cual incide negativamente en la germinación.

Sobre los efectos adversos de la mecanización comenzó a pensar tras una conversación con Ramón Castro, un hombre que dedicó gran parte de su vida al cultivo y cosecha de la caña. Ese día, en un encuentro de capacitación, Vladimir Álvarez Sánchez presentó uno de los remolques diseñados por él. Aunque el equipo había sido calificado de novedoso y prometedor, Ramón Castro, en un aparte, le dijo: «La mecanización puede destruir la caña si no se piensa bien cómo hacerla».

En aquel momento, ya había obtenido la patente de la carreta RS-02, que cambió el concepto de remolque cañero usado hasta ese momento. El nuevo equipo podía cargar entre seis y media y siete toneladas, o sea, un 50 % más que las diseñadas por especialistas soviéticos. Con respecto a estas, su creación permitió disminuir 11 conjuntos tecnológicos y eliminar poco más de medio centenar de nomenclaturas de piezas. De ese modo, a la par de reducir el peso en 300 kilogramos, se hizo tecnológicamente más factible, por lo que a partir de 1996 se fabricaron miles de unidades.

UN CAMBIO OSADO

«Se equivoca quien opine que he abandonado la mecanización. Para eliminar parte de los factores adversos que ella produce, propongo un marco de siembra diferente al establecido hoy», aclara.

Consiste en sembrar caña a doble surco, lo que permite reorganizar la plantación. Las hileras se colocan a 80 centímetros entre sí, con lo que su número, en cien metros, aumenta de 62 a 90. Así hay más caña-planta, argumenta.

La distancia entre hileras impide que se entrelacen las raíces de las plantas. Y eso elimina o reduce en alto grado la competencia por los nutrientes. Igualmente, cuando la caña crece, el cierre del follaje es más temprano y ayuda a controlar las malas yerbas. Asimismo, en las condiciones actuales de cambio climático, contribuye a conservar la humedad del terreno porque disminuye la evaporación por sobrecalentamiento.

No es cuestión de teoría. En la unidad básica de producción cooperativa Celia Sánchez Manduley, ubicada en áreas de la Empresa Azucarera Urbano Noris, en marzo del próximo año serán cosechadas las 20 hectáreas sembradas con el marco propuesto. El estimado está entre 85 y 90 toneladas por hectárea. Esa área, sembrada según lo establecido hoy, promediaba cerca de 60 toneladas por hectárea.

Para eliminar el daño de los neumáticos de los medios de mecanización, Álvarez Sánchez calculó una distancia de un metro y 40 centímetros entre los dobles surcos. De ese modo, la maquinaria se desplaza sobre espacios que quedan fuera del sistema radicular de las plantas y no lo afectan «Se puede hacer una analogía entre humanos que transitan por la acera, y los automóviles que lo hacen por la calle».

La propuesta del nuevo marco de siembra ha conducido a la vez a la creación de nuevos implementos. Con su experiencia de ingeniero mecánico y capacidad creativa, ha diseñado un subsolador-surcador con características muy específicas.

«Con este equipo, en el fondo del surco, que tiene una profundidad de 40 centímetros, la tierra queda totalmente mullida. Entonces, las raíces de la caña sembrada penetran con mayor facilidad, con lo que logran un anclaje mejor y mayor absorción de agua. A esta tecnología que favorece el crecimiento de la caña la he llamado laboreo profundo localizado».

Igualmente, se ha propuesto modificar una sembradora de caña y crear un fertilizador, aptos para funcionar en las áreas sembradas a doble surco.

Disponer de una cosechadora es más complejo. Ya comprobaron que la KTP 2 M, modificada con discos de 12 cuchillas, puede trabajar la doble hilera a 80 centímetros.

«Actualmente acometemos la creación de un prototipo de cosechadora, sobre la base de una Case, a la que se le adiciona el sistema de corte probado en la KTP. Lleva una caja de engranes que sincroniza los movimientos con un tambor succionador. Toda esa adaptación constituye lo que llamamos CDH, que significa Cosechadora Doble Hilera», detalla.

Las modificaciones de la máquina se hacen en la División de Talleres Asertec, que pertenece a la Empresa Azutecnia. Esas entidades, afirma, se han tomado muy en serio los contratos firmados con la Universidad de Holguín, con el objetivo de desarrollar la maquinaria y los implementos necesarios para el fomento del cultivo en doble surco.

«Para la zafra en marcha, he propuesto un disco de corte con cuchillas de un nuevo diseño, con el que esperamos eliminar las desgarraduras que sufre la caña con las que están en uso actualmente. He tenido que realizar un profundo análisis matemático. Las ecuaciones describen la trayectoria del disco al trabajar».

La persistencia de Vladimir Álvarez Sánchez, sostenida con cálculos precisos y pruebas en los campos iniciadas en 2012, le ha permitido vencer la resistencia que muchos ofrecen ante los cambios. Varios de los nudos que ha encontrado en el camino investigativo se deshicieron luego de que le hiciera llegar una carta con sus ideas al Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, a quien considera un promotor incansable de la ciencia y la innovación en beneficio del desarrollo. Lo que no comprende aún es la falta de acompañamiento de algunas entidades encargadas de validar los resultados del importante experimento.

VISTA LARGA

Simultáneamente, el Doctor en Ciencias Técnicas dirige el Programa Territorial de Ciencia e Innovación que atiende el cultivo de la caña y el desarrollo de la mecanización bajo el concepto de eliminar los daños que provoca. Asimismo, contempla la transformación del medio rural en el sector azucarero.

«El Programa propone desarrollar la ganadería a partir del empleo de la caña y de lo que ella genera como base para la alimentación de los animales. Se trata de recuperar una idea planteada por Fidel, en 1960, el 16 de agosto, ante 600 coordinadores de cooperativas cañeras. En la estrategia esbozada entonces, también planteó el uso de los subproductos de la ganadería».

Uno de los pasos es disponer de alimento ensilado, es decir, rescatar el pajumel, mezcla de paja de caña y miel producida en los centrales. Para eso está en marcha una investigación conducida por la universidad holguinera con el fin de rescatar, y adaptar a las condiciones actuales, las experiencias productivas y el flujo tecnológico de la planta que elaboraba ese producto hace unos años, en Urbano Noris.

«A partir de esas posibilidades, deseamos desarrollar unas vaquerías modulares para diez cabezas de ganado. Estos módulos, ya diseñados pueden ser multiplicados, tanto por las cooperativas como por los productores individuales, en dependencia de la cantidad de animales y alimentos disponibles para ellos. La estructura de los techos se ha concebido para soportar paneles solares, orientados de este a oeste, con el fin de que generen electricidad para el funcionamiento de las instalaciones y sus equipos y, a la vez, venderla al Sistema Eléctrico Nacional».

Entre otras cosas, con la amplia experiencia de los especialistas de los talleres de Asertec, Vladimir Álvarez Sánchez y la máster en Ciencias Idalia Isla trabajan en la fase final del proyecto de un tractor de alto despeje, específico para la limpia de caña. El propósito es suplantar la escasez de mano de obra en el campo. No se trata de una adaptación de un tractor común, como ha ocurrido hasta ahora. Será un equipo nuevo, que tendrá más altura que los modificados, de los cuales se diferenciará porque las ruedas motrices estarán en la parte delantera, como ocurrirá con la cabina, para facilitar la visibilidad del operador.  

Partidario de los procedimientos de la economía circular, busca financiamiento para adaptar a un tractor un motor que funcione con etanol. Intenta demostrar que con el alcohol producido en las destilerías de nuestros centrales, a partir de miel o meladura obtenidas del procesamiento de la caña, es posible proporcionar combustible a los medios que intervienen en la siembra y cosecha de la prodigiosa planta.

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Mario Baeza Linchenat dijo:

1

23 de diciembre de 2022

07:27:05


Felicidades como este compañero hacen falta muchos, quizás los hay, pero hace falta que la burocracia no los frene, que los fecisores indecisos no lo frenen, que Azcuba lo tome plenamente en serio, que los productores lo introduzcan, concientes de que es para producir más caña, en esencia el gran problema, y que el presidente lo apoye

carlos lugo rodriguez dijo:

2

23 de diciembre de 2022

10:16:52


Con la mano de obra de trabajadores suficientes evitariamos las dificultades en su mayoria, las manos de trabajadores sobran si desviaramos a tantos burocratas y coruptos que trabajan para el gobierno a efectuar ese trabajo y otros en la agricultura .?.

Franz dijo:

3

7 de enero de 2023

05:40:25


Los operarios de la División de Talleres Asertec Holguín ponen todos sus conocimientos y habilidades en la fabricación de los implementos requeridos en el nuevo marco de plantación.