«Si lo que vamos a ejecutar no tendrá valor de uso, entonces no se hará», dijo Inés María Chapman Waugh, vice primera ministra de la República de Cuba, al significar las cifras millonarias erogadas por el país en el Canal Trasvase Centro-Este, con un nivel mínimo de explotación.
En una breve estancia en la provincia, Chapman Waugh analizó temas como la marcha del proceso inversionista del canal trasvase Centro-Este y el aprovechamiento productivo de las obras inducidas, los servicios de agua y saneamiento a la población, y la búsqueda de estrategias para minimizar los ciclos de abasto de agua tanto por redes como por pupas en los lugares donde así lo requieran.
También fue objeto de los intercambios el lento avance en el proceso constructivo de este río artificial, el escaso valor de uso en las zonas agrícolas aledañas, y el lento avance, tropiezos ocasionados por inadecuadas estrategias de trabajo trazadas, el azote de la COVID-19 y la falta de combustible y otros recursos.
En el caso de la provincia avileña se ejecuta el Regulador No. 1 del sistema P-14, el cual puede beneficiar a 187,5 hectáreas (ha) en tierras de la Unión Agropecuaria Militar; y también en la rehabilitación de los canales principales del P-3 al P-7, lo cual puede beneficiar a 266 ha, de las cuales 168,8 hoy se encuentran limpias.
Sobre los servicios de agua a la población, conoció que más de 21 200 avileños reciben agua en carros cisternas, fundamentalmente en los llamados traspasos —acción que ha marchado con lentitud— de entidades del Ministerio de la Agricultura y el Grupo Azucarero Azcuba a Recursos Hidráulicos, ubicados en 49 comunidades durante ciclos de 7 a 10 días.
Ante esa realidad, trabajadores de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado ponen en práctica múltiples acciones para la mejora de sus servicios, aun en medio de serias limitaciones materiales y dificultades derivadas de la crisis energética, alternativas que se aplican para garantizar el servicio aun en medio de la contingencia energética que vive el país y conoció que 14 emplazamientos de grupos electrógenos protegen a las fuentes de abasto de las ciudades, al hospital provincial Doctor Antonio Luaces y los cargaderos de agua, entre otros puntos importantes.
La situación más crítica del territorio radica en los salideros y la desobstrucción de fosas, tarea que se ve afectada por la carencia de neumáticos y baterías, fundamentalmente; no obstante, deben incorporarse nuevos carros próximamente.
Ante el elevado número de obstrucciones en los últimos años, provocado en lo fundamental por la falta de de piezas y accesorios, baterías, neumáticos y combustible, , Antonio Rodríguez Rodríguez, presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, comentó que próximamente el territorio avileño recibirá un total de 12 equipos nuevos, entre ellos carros de desobstrucción de alta presión, carros limpiafosas, compresores y carros cisternas.
En Ciego de Ávila, más de 205 mil 300 habitantes tienen servicio diario de acueducto y 70 mil 315 lo reciben en ciclos de tres a nueve días, ciclos todavía mu s espaciados.
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