Pinar del Río.–Yaniuris Martínez Aguilera ha ido una sola vez a su casa tras el paso del huracán Ian, mejor dicho, a los escombros a los que quedó reducida. Sabe que ahora su hogar –por algún tiempo– será otro, y su familia, más grande.
Tiene 29 años y dirige el proyecto educativo institucional Marina Azcuy Lemus, enclavado en el consejo popular de La Coloma, en Pinar del Río. Desde el pasado 27 de septiembre no guía a los estudiantes que habitualmente acuden a ese centro, sino a las 95 personas que allí se encuentran evacuadas, porque sus casas sufrieron derrumbe total.
Aunque la escuela no cuenta con todas las condiciones para albergar a los 33 núcleos familiares que hoy se resguardan en ese sitio, ha sido refugio seguro para quienes han perdido sus pertenencias y, sobre todo, sus viviendas.
«Aquí cocinamos nosotros con los insumos que el ministerio de Educación nos facilita», cuenta Yaniuris Martínez, mientras llama, por sus nombres, a cada uno de los evacuados, desde la puerta de la cocina.
Mientras eso sucede al interior de la institución, en la entrada pareciera que los 43 niños y adolescentes que hoy conviven en la escuela estuviesen resolviendo un ejercicio de matemática, de esos que llevan total concentración.
Sus sentidos están puestos en los artistas de nariz roja, pelos coloridos y zapatones que les cuentan historias, les comparten trabalenguas y los hacen reír.
Un niño contento lo cambia todo. Una carcajada infantil de esas que ahora resuenan en la Marina Azcuy Lemus es la mayor recompensa para los creadores del Consejo Provincial de Artes Escénicas y los miembros de la Brigada de Instructores de Arte José Martí que llegaron hasta ese centro tras recorrer otras zonas fuertemente golpeadas por Ian, como Alonso de Rojas, Consolación, Herradura y Briones Montoto.
Yaniuris Martínez Aguilera no tiene mucho tiempo de pensar en su casa. Numerosas personas dependen de su capacidad de organizar y conducir el hogar gigante en que se ha convertido su escuela. Ella confía en que podrá levantarla más adelante y ver también bajo sus techos a quienes hoy han agrandado su familia.



















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