ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Foto: Ricardo López Hevia

Una mirada, desde lo hecho en la gestión de Gobierno y el sistema empresarial cubano, así como desde las prioridades de trabajo que deben seguir marcando el camino hacia la construcción de una Cuba más próspera y sostenible, ofreció Manuel Marrero Cruz, miembro del Buró Político del Partido y primer ministro, en ocasión de la jornada de clausura del XII Congreso Internacional de Gestión Empresarial y Administración Pública.

El Gobierno cubano, dijo, se ha desempeñado en un contexto complejo, caracterizado por el recrude- cimiento del bloqueo económico, con 243 medidas; el incremento de la subversión político-ideológica; el impacto de la crisis económica mundial, agudizada por la pandemia y otros conflictos internacionales, que también dejan consecuencias en el tema del comercio global.

Puntualizó que todo ello ha tenido un impacto en nuestra economía, desde el arribo de los combustibles hasta la adquisición de importaciones de alimentos, materias primas y medicamentos. «No ha habido ningún sector en el país que no haya estado afectado», afirmó.

Respecto a la situación de la COVID-19 en Cuba, hizo referencia a la creación del Grupo temporal de trabajo, lo que permitió actuar sin improvisaciones; y hoy podemos decir que tenemos un control pleno de la pandemia, gracias también al aporte de nuestros científicos y lo que significa contar con vacunas propias.

También destacó los tres pilares de gobierno que hoy centran el accionar de nuestro Estado: ciencia e innovación, comunicación social y la informatización de la sociedad.

Ello ha favorecido importantes transformaciones y una visión más estratégica, potenciando la planificación a mediano y largo plazos, lo que se evidencia en la aprobación del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social (PNDES) hasta 2030, y su implementación, a través de macroprogramas, programas y proyectos, sostuvo Marrero Cruz.

«Con su consolidación, esto da paso a un esquema más integrador, articulado e interinstitucional, que pone el foco de la planeación económica y social en los retos de desarrollo», apuntó.

Destacó la aprobación de paquetes jurídicos relativos al perfeccionamiento de los actores económicos, tanto para el desenvolvimiento de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) estatales y no estatales, una institucionalidad más flexible para el funcionamiento de las cooperativas no agropecuarias, y haber dotado de mayor autonomía y capacidad de gestión a la empresa estatal socialista.

Los principales medios de producción siempre estarán en manos del pueblo, defendiendo el interés colectivo y el carácter social de nuestra Revolución, e incorporamos todas las formas de gestión que puedan beneficiar a la población y aportar nuevos servicios y ofertas, insistió.

Como tareas pendientes, subrayó, queda seguir revisando el concepto de lo que debe ser una empresa estatal, su autonomía; un seguimiento al modo de gestión de las mipymes estatales; así como garantizar el encadenamiento productivo con el sector privado.

La lenta implementación de las medidas aprobadas, además del desconocimiento de algunos empresarios sobre sus facultades, la poca eficiencia en su gestión y la resistencia al cambio, son problemas que también pesan sobre la empresa estatal.

Sobre la estrategia económica y social consideró que, de conjunto, con el PNDES y los Lineamientos del Partido, constituyen herramientas claves para el diseño y la implementación de políticas y  acciones nacionales y locales.

En este escenario, ha sido interés desarrollar –en consonancia con lo que establece nuestra Carta Magna– los municipios como instancia fundamental, y se ha iniciado un proceso gradual de descentralización de competencias a ese nivel, agregó.

Otros temas atendidos por el Gobierno cubano, de manera diferenciada, son el Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres, la atención a la niñez y la juventud, la discriminación racial, el abasto de agua y saneamiento, y el trabajo con los barrios y las personas en situación de mayor vulnerabilidad.

Sobre este último punto, el Primer Ministro aseguró que la labor en las comunidades ha favorecido el trabajo social, dar asistencia y fomentar nuevas fuentes de empleo y utilizar mejor los recursos existentes en los propios barrios.

La defensa de la Patria socialista, conscientes de lo necesario de consolidar los resultados alcanzados y avanzar en la producción de alimentos, la construcción de viviendas, recuperar el Sistema Eléctrico Nacional, además del incremento de las ofertas de bienes y servicios a precios justos para combatir la inflación, hoy definen nuestras prioridades de trabajo, pues Cuba –aseveró– no solo seguirá resistiendo, sino también desarrollándose.

Foto: Ricardo López Hevia
Foto: Ricardo López Hevia
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