Guantánamo.–¿Han participado las personas? ¿Se han atendido sus planteamientos al momento de llevar a cabo las acciones? Fueron preguntas con las cuales el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, inició su intercambio con Bárbara Rivó Sayú, la delegada de la circunscripción donde se encuentra la comunidad de Casa de Piedra.
Sobre esas mismas interrogantes volvería luego, al conversar con habitantes de ese barrio, uno de los 27 que en el municipio de Guantánamo se encuentran en situación de vulnerabilidad. La respuesta en ambos escenarios fue afirmativa.
Es ese uno de los principales conceptos que respalda el trabajo que se impulsa actualmente en los barrios, donde resulta primordial que la población se sienta y sea parte de la solución de sus problemas, esos que no por conocidos han podido siempre ser resueltos. Es el pueblo, en cada comunidad, quien conoce qué es lo que más le afecta.

Por esta comunidad, perteneciente al consejo popular Norte-Los Cocos, inició el mandatario cubano su recorrido. Según explicó la Delegada, aquí habitan más de 1 800 personas, y de las 320 viviendas que integran el fondo habitacional, 63 se encuentran en estado crítico: la situación constructiva de los inmuebles es el problema más serio que enfrenta la comunidad.
Con mucha pasión y optimismo habló también de cómo han podido avanzar en la solución de otros problemas que estaban pendientes, como el abasto de agua, y disímiles proyectos que espera ver concretados pronto, como un consultorio, una bodega y un parque infantil.
A la salida de un centro politécnico enclavado en la comunidad, y que ha sido beneficiado con acciones constructivas, el Jefe de Estado conversó con varios pobladores de la zona, a quienes aseguró que a pesar de los muchos problemas acumulados, vamos a salir adelante con la Revolución.

De manera particular sobre la actual contingencia energética que enfrenta la nación, explicó que «todavía nos quedan días duros», pero se está trabajando también muy duro.
Hasta el polo productivo Arroyo Hondo, a unos 12 kilómetros de la cabecera provincial guantanamera, llegó luego el Jefe de Estado. Allí se pone en práctica una estrategia para producir más alimentos destinados a los habitantes del territorio.
Desde la diversificación de las producciones se va consolidando una cultura diferente en estas tierras, que antes eran de árboles y marabú, y hoy contribuyen al abastecimiento de alimentos a los habitantes de la ciudad de Guantánamo.
Especial interés mostró el mandatario, junto a los trabajadores, por el impacto que han tenido las 63 medidas para flexibilizar la producción y comercialización de productos agropecuarios. «Nos han permitido avanzar mucho», aseguraron los productores, que ante la carencia de recursos aprovechan las bondades de la agroecología para hacer producir cada pedazo de tierra.
Al regreso del polo productivo ocurrió otra vez el encuentro con el pueblo, porque explicar y escuchar son máximas imprescindibles en el propósito de que todos se sientan parte de las transformaciones que en cada barrio se acometen.
Los problemas no podremos resolverlos de golpe, insistió, pero tenemos que resistir, y con nuestro propio talento e inteligencia seguir resolviéndolos.

Y como en cada barrio al que llega, pidió a sus habitantes velar por la calidad de lo que se hace, para que los recursos que se den se usen bien, y no se desvíen.
Es imprescindible que las acciones de transformación partan de ustedes mismos, les dijo, para que la solución de los problemas sea sostenible y así lograr avanzar.
Un bonito intercambio sucedió allí con una de las madres beneficiadas en la comunidad con la política de ayudar a las que tienes tres o más hijos. Entre lágrimas contó al Presidente que no solo recibió ayuda con su vivienda, también con un empleo: hoy ella es una trabajadora social que desanda la localidad para acompañar también sus múltiples desafíos.
Entre las muchas voces que se alzaron para dar vivas a la Revolución por tantas conquistas, se escuchó una, que en nombre de tantos, aseguró al Presidente cubano: «En esta comunidad nos sobran razones para ser firmes a los principios revolucionarios».



















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