ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Foto: Ricardo López Hevia

No alcanzan los homenajes para las madres que, «con los niños en el corazón» –como revela entre risas la combatiente del Ejército Rebelde Georgina Leyva Pagán–, cumplen con el deber en la defensa de la Patria.

«También tuve la necesidad de dejarlos en brazos de abuelas y tías para cumplir la tarea que el Movimiento 26 de Julio nos daba». Por eso «es muy importante recordar el esfuerzo que hacen esas jóvenes madres por cumplir con su misión y no descuidar la maternidad».

Georgina, «Sonia» en la lucha clandestina, se deshace en anécdotas sobre su participación en la epopeya de la Sierra Maestra, su encuentro con Fidel en La Plata, su formación como

revolucionaria, primero en contacto con el movimiento obrero, luego con los trabajadores de los ferrocarriles y, finalmente, con la juventud ortodoxa.  

Para la joven muchacha de entonces no fueron obstáculos ni los ríos crecidos, ni irse a las lomas con sus hijos pequeños, ni tener a la menor de sus hijas en la Sierra; por eso aconseja como una madre: «Es muy importante que la juventud cumpla en cada etapa con lo que le corresponde. Eso es lo que le va a dar la fortaleza para el día que tengan que venir a una unidad militar».

Tiene ante sí a un auditorio privilegiado: la Unidad de Tropas de Prevención, merecedora de la Orden Antonio Maceo, y su compañero de más de 70 años de matrimonio, el Comandante del Ejército Rebelde Julio Camacho Aguilera, a quien se unió en la lucha contra la tiranía de Batista, y en esas circunstancias fundaron una familia.

Juntos asumieron misiones de riesgo, en las que el deber los unió de manera formidable, siempre con el recuerdo de los hijos y el empeño con la causa revolucionaria. Gina estuvo diez meses en la Sierra, «y si en los diez meses supe de mis hijos dos veces, fue mucho». Así de grande era el compromiso de la joven combatiente rebelde.

En el histórico encuentro con una representación de mujeres de las Fuerzas Armadas Revolucionarias hay muchas madres, y no desaprovechan la ocasión de preguntar a quien formó parte de la historia de nuestro país. La respuesta siempre es sencilla: «Estudien el pensamiento de Fidel. Eso es más importante que todas las historias que yo les haga».

El Comandante Camacho escucha las historias de su compañera, conversa con los presentes, hace bromas, rememora momentos de la lucha armada y, finalmente, confiesa: «De todas las grandes fiestas que se celebran, para mí la más importante es el Día de las Madres. ¡Qué extraordinaria es la misión de las madres!».  

Georgina Leyva Pagán, combatiente del Ejército Rebelde, y el Comandante del Ejército Rebelde Julio Camacho Aguilera, participan en encuentro con jóvenes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias como homenaje al Día de las Madres. Foto: Ricardo López Hevia
COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.