A la agricultura le urgen resultados para poder «llenar el plato» de los cubanos

De acuerdo con el vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa, al intervenir en el balance anual del Ministerio de la Agricultura, este lunes, los problemas serios que tiene hoy el sector y que tendrá en el futuro están en la fuerza de trabajo. «¿Quién va a atender los millones de hectáreas de tierra que tenemos en el país, a las que hay que explotar eficientemente, y sacarle al máximo con la agroecología, sin dejar a un lado la actividad convencional?».

Recordó que la fórmula aprobada tiene mucho potencial: la implementación de los colectivos laborales busca precisamente captar fuerza productiva, y con ello fortalecer la empresa estatal del ramo.

Mas, alertó, hay que cuidar de no deformar el propósito original, pues desde lo estipulado se debe dar más facultades a los colectivos, y eso no se está cumpliendo, como tampoco se cumple con la contratación, y los acuerdos terminan siendo verbales. «No hay margen para el error, hay que acabar con la improvisación», afirmó.

Con la presencia de Jorge Luis Tapia Fonseca, vice primer ministro, y de Rafael Santiesteban Pozo, presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), entre otras autoridades, se debatieron al detalle esta y otras medidas implementadas en el sistema durante 2021, como herramientas directas para perfeccionarlo.

Ydael Pérez Brito, ministro de la Agricultura, calificó de regular el cumplimiento de los objetivos del pasado año, y en ello influyeron debilidades como la demora en el proceso de entrega de tierras, falta de un mayor control de la masa ganadera, impago a productores y empresas que cierran con pérdidas, entre otros problemas.

En primer lugar, informó, no se alcanzaron los volúmenes planificados, pues entre otros factores, para el cierre de febrero, de los diez indicadores principales de rubros que sustituyen importaciones, y los exportables, seis se incumplen, entre ellos la carne bovina y el tomate de la industria, el arroz consumo y la miel de abejas.

También, hasta la fecha, de las 23 993 hectáreas de tierras ociosas que formarían parte de las áreas estatales de las empresas, se han sembrado 2 196 aproximadamente, aunque a más de 4 362 se les ha desmontado el marabú y otras malezas, y el resto se encuentra en otras fases.

INDICADORES QUE DISPARAN LAS ALARMAS

A los problemas internos del sistema empresarial, asunto en el que se ha puesto especial interés y no solo en este sector, se refirió Frank Castañeda Santalla, presidente del Grupo Empresarial Agrícola (GAG), y según su experiencia, la mayoría se resume en exceso de estructuras, de plantillas y calificación de la mano de obra.

Ejemplificó que en el grupo existen unas 500 unidades de base y alrededor de 15 000 trabajadores indirectos, por lo que, con las medidas aprobadas –y aseguró que trabajan en ello–, se abre la posibilidad de simplificar el sistema, eliminar o fusionar las unidades con pérdidas y reducir en costos de salarios.

Las cadenas de pago entre productores y comercializadores resultó otro de los elementos analizados, pues aún se muestran violaciones y no se han logrado eliminar los impagos a los primeros, que al cierre de 2021 eran de 11 351 000 pesos.

Sobre esta cuestión alertó el Vice primer ministro, y orientó proteger a los productores, proveerlos de las herramientas para que resguarden sus intereses y vendan sus productos a quien les paga, cuestión en la que el contrato desempeña un papel importantísimo.

Tapia Fonseca dejó claro varios puntos, pero el comienzo está en revisar los métodos de trabajo, es necesario incorporar los indicadores de eficiencia y de calidad.

«No hablamos de rendimiento, tengamos o no los recursos, pues también hay rendimiento con materia orgánica o bioproductos; tampoco hablamos de la calidad o la población, hoy tenemos 90 000 hectáreas de yuca, pero para qué porciento de población, cuántas variedades, esas cuestiones deben ser permanentes en nuestros análisis», ilustró.

Otro ejemplo lo expuso con la producción de café. «El análisis con los productores tiene que ser otro, este país llegó a 60 000 toneladas de café, y hoy no llegamos a 10 000, sin hablar de lo poco que se está consumiendo realmente. Si la ganadería es un tema complicado hoy, la otra asignatura pendiente es el café», recalcó.

Entre otros asuntos por resolver, Tapia Fonseca mencionó el caso de la entrega de tierras a tenentes de ganado y a productores porcinos, o el aumento del hurto y sacrificio de ganado mayor.

«Salgamos de este encuentro más comprometidos a trabajar para satisfacer los niveles de necesidad de la población, así estaríamos en condiciones de que el Plan de Soberanía Alimentaria esté mejor reconocido en el plato de cada cubano», concluyó.