ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
En los últimos años ha cambiado, para bien, la fisonomía de la ciudad de Camagüey y su centro histórico. Foto: Miguel Febles Hernández

CAMAGÜEY.—Arquitecto que quiso, pero no pudo ser, José Rodríguez Barreras encontró en la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey (OHCC) el lugar donde logró materializar sus inquietudes personales, empresa que requirió de no poco empeño y superación, sin faltarle nunca el apoyo de mucha gente competente.

A poco más de un año de creada el 24 de febrero de 1997, fue nombrado director de la institución, con la encomienda de hacer cumplir y concretar la estrategia, políticas y planes dirigidos a la restauración y conservación del Centro Histórico de la ciudad cabecera y la riqueza monumental de toda la provincia.

En los últimos años ha cambiado, para bien, la fisonomía de la ciudad de Camagüey y su centro histórico. Foto: Miguel Febles Hernández

«La Oficina, asegura, ha sido siempre como un laboratorio. Aquí hemos crecido en el orden profesional y humano, con problemas, virtudes, defectos y meteduras de pata, pero cuando usted suma y resta, evidentemente hay un saldo a favor de todo lo que se ha hecho por el bienestar de los ciudadanos».

Así resume Rodríguez Barreras una trayectoria de cinco lustros, colmada de sueños, desafíos y metas a alcanzar, buena parte de los cuales son hoy feliz realidad, gracias a la perseverancia y a la entrega de un colectivo que ha sabido forjar la unidad a pie de obra y en contacto directo con el pueblo.

«En todos estos años, comenta el directivo, aquí se ha logrado conformar un equipo de trabajo de mucho talento, experiencia y sapiencia acumulada a la hora de ejercer la preservación del patrimonio, personas que han dedicado toda una vida a estos asuntos, poniéndole pasión y corazón a cada tarea».

Las áreas de la antigua estación de viajeros y sus alrededores se transformaron en lo que es hoy el Museo Ferroviario de la ciudad. Foto: Miguel Febles Hernández

POLÍGONOS DE PRUEBA PARA LA OFICINA

Imposible resulta abarcar en un reportaje todo cuanto ha hecho la OHCC para encauzar la voluntad y el hacer institucional y ciudadano en pos de resaltar la valía de la ciudad, cuyo momento culminante fue la inclusión de su núcleo más antiguo, en julio de 2008, en la lista del Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Rodríguez Barreras considera, sin embargo, que la intervención integral de la céntrica calle Maceo, en 2011, marcó un parteaguas en la labor de la Oficina por la manera de asumir la materialización del proyecto, donde por primera vez se unieron casi todas las entidades provinciales en su centro histórico.

Ello sentó las bases para enfrentar el ambicioso programa Ciudad 500, una verdadera revolución constructiva que permitió ejecutar decenas de obras de especial magnitud y complejidad, bajo el principio de aprovechar al máximo todas las oportunidades y el decidido respaldo y empuje de múltiples actores territoriales.

Las áreas de la antigua estación de viajeros y sus alrededores se transformaron en lo que es hoy el Museo Ferroviario de la ciudad. Foto: Miguel Febles Hernández

A finales de 2016, se puso a prueba de nuevo la capacidad de respuesta de la OHCC, al enviar una brigada de trabajadores y especialistas a Baracoa, prácticamente devastada por el huracán Matthew, en gesto solidario que trascendió lo material para hermanar mucho más a las dos ciudades patrimoniales.

Luego vendrían las labores de rescate y restauración del batey del central Brasil (antiguo Jaronú), en Esmeralda, golpeado en el fondo habitacional y en la red de servicios básicos por el huracán Irma en 2017, acciones que se extendieron durante más de cuatro meses para preservar su condición de Monumento Nacional.

«Aquello, recuerda Rodríguez Barreras, se transformó en un polígono para nuestros especialistas. Allí coincidieron sociólogos, arquitectos, arqueólogos, ingenieros, urbanistas y restauradores, todos decididos a salvar a Jaronú, una proeza que exigió, además, la movilización de fuerzas constructoras de toda la provincia».  

Entre las obras concluidas por el aniversario 25 de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey está el Centro de Interpretación del cementerio local. Foto: Miguel Febles Hernández

REPLANTEARSE LAS MANERAS DE HACER

A lo largo de estos cinco lustros de incansable ejecutoria, la OHCC ha hecho realidad proyectos que, en su momento, a algunos parecieron imposibles o simples utopías, pues siempre se antepuso, al pesimismo y la falta de voluntad, la estrecha concertación y cooperación entre los organismos y empresas de la localidad.

Ni en los días más tensos de la pandemia de COVID-19 se detuvo la institución. Ello permitió concluir tres obras de especial impacto: el Museo Ferroviario, el Centro de Interpretación del Cementerio y las dos primeras aulas de lo que será el centro para el desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación.

«Lo importante ahora, reflexiona Rodríguez Barreras, es replantearse las maneras de hacer, para ponerlas a tono con lo que sucede en el mundo y en el país, transformaciones que conllevan una mirada distinta en los modelos de gestión del patrimonio, sobre todo ante la aparición de nuevos actores económicos».

Se trata, agrega el directivo, de atemperar a esa realidad los planes de manejo de una urbe tan compleja, pues cualquier asunto mal llevado puede tener una implicación negativa a la hora de afrontar los enormes retos que supone el trabajo de preservación de los valores históricos, culturales y arquitectónicos de la localidad.

Al respecto, pone el ejemplo de la Oficina de Orientación y Consulta a la Población, la que, además de encargarse de capacitar y asesorar a los residentes en el centro histórico, en fecha no lejana asumirá la misión de facilitación social, a partir del empleo de las tecnologías de la información y la comunicación.

«Son asuntos, explica, que requieren de la maduración de un pensamiento, de gente preparada y capaz de llevar a vías de hecho cosas como estas, por lo que resulta vital lograr una vinculación real de la experiencia con el ímpetu renovador de los jóvenes, a sabiendas de que aquí nadie solo puede hacer nada».

La ciudad histórica está llamada a convertirse en un próspero y atractivo destino turístico. Foto: Miguel Febles Hernández

DE SUEÑOS Y RETOS POR ASUMIR

Esas fortalezas son las que hacen ver el mañana no con incertidumbre, sino con la certeza de enfrentar de manera exitosa cuantos desafíos aparezcan en el horizonte, aun en medio de un escenario totalmente diferente a aquel que encontraron los fundadores de la Oficina en el ya lejano 1997.

«Uno de ellos, afirma Rodríguez Barreras, tiene que ver con el patrimonio físico. Desearíamos que, a futuro, se nos tenga en cuenta, en materia de recursos y financiamiento, para intervenir en viviendas y edificios de alto valor patrimonial, acciones que exigen de un trabajo especializado que no cualquiera puede ejecutar».

Otro sueño concebido por los especialistas de la OHCC se refiere a la reanimación integral de la calle Independencia con su proyecto cultural, cuyos trabajos, en la medida en que existan condiciones para ello, se esperan concluir en 2024, justo para el aniversario 510 de la otrora villa principeña.

Precisa el directivo que la ciudadanía, y la sociedad en su conjunto, deben adoptar otro comportamiento en relación con la ciudad histórica, la que requiere de un trato exquisito. «Hoy hay que cuidarla más que antes, subraya, porque los trabajos de restauración son extremadamente costosos».

Esa labor de sensibilización va dirigida a cambiar las maneras de interactuar y convivir con esos valores que han recuperado su esplendor. «El propósito -añade- es que cada persona comprenda que este es el lugar donde nació, que esta es la obra de sus ancestros, que no se puede dañar y hay que cuidarla».

«Esta ha sido -refiere Rodríguez Barreras- una institución que ha trabajado para la gente, no para los edificios, tratando de apegarse lo más posible, sobre todas las cosas, a los principios humanistas de este país. Al menos esa ha sido la intención. Si ha salido bien, regular o mal, eso que lo diga otro».

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Israel dijo:

1

24 de febrero de 2022

14:14:56


Preciosa ciudad, como todas las patrimoniales cubanas, muy útiles para mostrarlas al mundo, como lo hacen, vivo en una de las primeras villas, Sancti Spíritus, preciosa, la que no se explota, esta dormida.