Los mártires de las «Pascuas sangrientas» fueron recordados hoy durante un acto político-cultural realizado en la capital provincial, en el Complejo de Monumentos Plaza de la Revolución «Mayor General Calixto García», donde convergieron jóvenes estudiantes, trabajadores de diversos sectores e integrantes de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana.
Solemnidad y emociones brotaron en justo homenaje al grupo de 23 revolucionarios que hordas al mando del sanguinario coronel Fermín Cowley masacraron entre el 23 y 25 de diciembre de 1956 con el propósito de frenar la capacidad de lucha del Movimiento 26 de Julio y del Partido Socialista Popular en instantes en los que la dictadura de Fulgencio Batista agonizaba.
La historia no se puede olvidar, dijeron varios de los oradores, quienes tuvieron en cuenta el cinismo y la crueldad de los victimarios, quienes codificaron la masacre como operación «Regalo de Navidad», que dejó en caminos y carreteras una estela de cuerpos inertes con visibles muestras de torturas.
Según los recuerdos que guarda el pueblo, el luto se transformó en ira y esta impulsó el deseo de derrocar al tirano, quien pocos días después, sin el sostén de aparatos militares superados en los campos de batalla por el Ejército Rebelde, abandonó estrepitosamente el país, que al fin logró independencia y soberanía plenas bajo la conducción de Fidel.
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