ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Los 45 años de existencia del Poder Popular en Cuba han mostrado la validez de un sistema político, propio y genuino, caracterizado por una soberanía, que reside en el pueblo de manera intransferible. Foto: Endrys Correa Vaillant

El día 2 de diciembre tiene para Cuba tres grandes referentes históricos muy relacionados con la lucha de varias generaciones de cubanos por tener y defender un Estado propio, basado en la independencia nacional, la justicia social, la democracia y el derecho: el desembarco del Granma, el Día de las FAR y la constitución de la Asamblea Nacional del Poder Popular.

En aquella fecha, pero de 1956, arribó a un punto de las costas de Oriente un yate cargado de hombres que regresaban dispuestos a cumplir con la palabra empeñada de hacer libre a Cuba o morir. Fue esa la fecha escogida como Día de las FAR porque, como recordaría el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz años después: «Nuestro Ejército Revolucionario, partiendo virtualmente de la nada, se enfrentó y derrotó al ejército mercenario de Batista, pulverizó las bandas contrarrevolucionarias, liquidó en menos de 72 horas en Playa Girón al ejército organizado y entrenado por el Pentágono y la cia, soportó heroicamente y sin vacilaciones el mortal riesgo nuclear de la Crisis de Octubre y ha defendido al país contra el más poderoso imperialismo del mundo».

Gracias también al heroico desembarco, otro 2 de diciembre, pero de 1976, de acuerdo con lo establecido en la Constitución socialista, primera sometida a referendo en Cuba, quedaba constituida la Asamblea Nacional del Poder Popular, en una memorable sesión que eligió a la dirección del legislativo y del Consejo de Estado, y designó al nuevo Consejo de Ministros.

En el discurso de clausura, Fidel expresó que en ese instante el Gobierno Revolucionario transfería a la Asamblea Nacional el poder que desempeñó, con lo cual el Consejo de Ministros ponía en manos de esta las funciones constituyentes y legislativas que ejerció durante casi 18 años; el cual fue «el periodo de más radicales y profundas transformaciones políticas y sociales en la vida de nuestra patria».

Los 45 años de existencia del Poder Popular en Cuba han mostrado la validez de un sistema político, propio y genuino, caracterizado por una soberanía que reside en el pueblo de manera intransferible, que ha permitido a un país pequeño y de limitados recursos naturales, enfrentar fuerzas extremadamente poderosas, y lograr indicadores de desarrollo humano envidiables en un mundo caracterizado por la desigualdad social, la crisis económica, la decadencia moral y el deterioro ambiental, incapaz de dar una respuesta consecuente a un problema sanitario global.

La Asamblea Nacional en sus nueve legislaturas ha sido, además de escenario de profundos debates y reflexiones, no pocas veces críticos, un gran aula de la nación sobre temas de ética, política, historia, economía y de solidaridad internacional.

En la formación de la conciencia nacional, patriótica y antimperialista, mucho han influido las palabras del líder histórico de la Revolución Cubana y las del General de Ejército Raúl Castro Ruz en la Asamblea Nacional, quienes, junto a otros compañeros, habían puesto toda su inteligencia y entrega a la creación y perfeccionamiento de los órganos del Poder Popular.

En los meses recientes, a partir de análisis colectivos y experiencias personales, luego de una lucha colosal por la salud y la vida, que obligó a posponer mecanismos y prácticas de relación orgánica entre la población y sus representantes, el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y el presidente de la Asamblea Nacional, Esteban Lazo Hernández, han coincidido en recordar, esclarecer y profundizar en el concepto del Poder Popular, según el cual el soberano es el pueblo, cuyo poder es intransferible, y todas las funciones se desarrollan a través de su participación directa o a través de los órganos o instituciones que lo representan.

Lazo Hernández ha insistido en que el sistema de los órganos del Poder Popular es autóctono, propio de nuestro pueblo; concebido y desarrollado por nuestro país, y enriquecido por el pensamiento de Fidel, quien siempre defendió que el pueblo, en su conjunto, tuviera una participación activa en las principales decisiones de la nación.

Por esa razón, ha exhortado a continuar respaldando la labor de los delegados, como cimiento de nuestro sistema político, de los presidentes de consejos populares, de las asambleas municipales y del resto de la estructura, y a implementar juntos, en toda su dimensión, el concepto del Poder Popular recientemente abordado por nuestro Jefe de Estado.

«Defender este concepto del Poder Popular –ha definido Díaz-Canel– es defender la sostenibilidad y la viabilidad del socialismo en Cuba, es una manera de gobernar intrínseca a la Revolución socialista cubana; no hay una experiencia en el mundo que sea igual que esta; la podremos perfeccionar pero esa es la nuestra, y es muy buena, porque genera un sistema democrático diferente al capitalismo, esa democracia que nos tratan de imponer y que es una mentira».

El propio Díaz-Canel sistematizó de forma amplia la definición de Poder Popular, cuyo primer elemento conceptual –dijo– es «hacer política». «Eso fue lo que nos enseñó Fidel. Ese era el método de Fidel (…), potenciado por el General de Ejército. Eso es lo que nos han enseñado los líderes de la Revolución: cómo hacer política, cómo hacerlo todo desde la política. Eso es lo que distingue a la Revolución.

«Hacer política es determinar las contradicciones; cuáles son los problemas contradictorios que tenemos en la sociedad, pero para determinar las contradicciones hay que estar observando la sociedad, hay que estar participando con la sociedad, hay que estar metido en los lugares donde se generan esas contradicciones; de lo contrario no las vemos», explicó. 

El yate Granma, en otras circunstancias y en momentos muy diferentes, enfiló la proa hacia los problemas principales de la Patria, convencidos de que, con su ejemplo, los humildes y olvidados de siempre serían los protagonistas que darían continuidad a la travesía hacia un horizonte mayor, donde el pueblo, como soberano, sería el garante permanente de su propia dignidad y de la justicia toda.

Este aniversario 45 ha propiciado a la Asamblea Nacional dar una mirada justa a un pasado glorioso de su historia, y, consecuente con ello, la fecha ha significado un estímulo adicional en el cumplimiento de sus atribuciones consignadas en la nueva Constitución de la República.

Las condiciones excepcionales impuestas por la pandemia y la intensificación de la agresión imperialista no han impedido estrechar el vínculo de nuestros diputados con la población, ni intensificar el diálogo en las relaciones interparlamentarias con el mundo, como tampoco nada ni nadie pudo detener la llegada de una embarcación a su destino, hace 65 años.

EN CONTEXTO

  • Desde el 10 de noviembre último y hasta el 23 de diciembre se desarrolla en todo el país el proceso de rendición de cuenta del delegado ante sus electores.
  • Esta vez tiene la característica particular de que se desarrolla después de no realizarse el del año 2020, por el enfrentamiento a la COVID-19.
  • En Cuba hay 12 513 delegados, buena parte de los cuales asumen una rendición de cuenta por primera vez.
  • La rendición de cuenta es también el acto mediante el cual el delegado informa de su gestión en un periodo determinado, y los electores conocen y evalúan esa gestión.
  • Este ejercicio, se encuentra recogido en la Carta Magna, en su Artículo 101, y distingue al sistema político cubano.
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Eulalia Turiño Mendez dijo:

1

10 de diciembre de 2021

06:55:20


Ante todo mucha gloria y felicidad en la conmemoracion de los aniversarios que contituyen el algoritmo por el que hemos llegado hasta aqui y avanzaremos mád lejos.