La sorprendente historia de quien se convirtió en el mejor productor de tabaco tapado de Cuba (+ Video)

La inoportuna lesión del menisco en una de sus rodillas puso fin a los sueños del joven Noel Rolando Benítez y de su familia, que tenía la ilusión de ver un día al muchacho en lo más alto del podio olímpico. Aquel día se perdió un gran campeón, pero se ganó un campesino, que hoy constituye modelo de cuánto puede lograrse cuando se trabaja con la pasión que requiere esa dura labor.

Luego de haber conquistado el sexto lugar en el Mundial por equipos de Torino, Italia, y el título en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Cartagena de Indias 2006, los entrenadores se habían entusiasmado mucho más al ver el progreso del joven villaclareño. Sin embargo, se produjo aquel imprevisto que puso fin a la carrera deportiva de Noel.

«Fue un golpe durísimo, porque la esgrima era mi vida. Lloré, porque tenía muchas habilidades en el manejo de la espada y, según mis entrenadores, era un atleta muy técnico, con posibilidades reales de aportar medallas para Cuba», recuerda el joven remediano, residente en la pequeña localidad de Tahón.

Ante el imprevisto, su padre, Pablo Miguel Benítez, lo llamó a capítulo y le dijo con firmeza: «Hijo, ahora te toca cambiar la espada por la guataca y la cuchilla de cortar tabaco», frase concisa que Noel ha tratado de honrar cada día, y que lo ha llevado a convertirse en uno de los mejores labriegos de Cuba.

CON JÓVENES COMO ESTE…

Eso de que a los jóvenes no les gusta trabajar en el campo no va con Noel, quien a sus 33 años ya es considerado el mejor productor de tabaco tapado de Cuba, por no hablar de sus extraordinarios resultados en la producción de cultivos varios y proteínas en su finca perteneciente a la CCS Rodolfo León Perlacia, de Remedios.

Más allá de tener un título universitario, habla de manera campechana, con el acento característico de la gente de campo. Su lenguaje es el del trabajo: «Laborar en la agricultura es muy duro. No es lo mismo practicar deportes que ponerse a sembrar o cultivar a pleno sol. Pero con el ejemplo y la ayuda del viejo, he logrado salir adelante», y reconoce que cuando se trabaja con amor llegan los resultados.

Como veguero, su ascenso ha sido meteórico. Ya el año pasado sembró 30 hectáreas de tabaco tapado, con un rendimiento de 1,20 toneladas por hectárea, de las cuales el 60 % fue de capas destinadas a la exportación; con ese resultado se convirtió en el mejor productor de tabaco tapado del país.

Para la venidera campaña, sus metas son superiores, a partir de una inversión llevada a cabo en su finca para el establecimiento de una casa de cura controlada y la implantación de un sistema de riego por goteo, además de la utilización de sus propias posturas, lo cual es garantía de calidad y de una buena cosecha, señala.

Allí también se fomentan los cultivos varios de ciclo corto, en las tierras que sirven de asiento a la aromática hoja, aprovechando la fertilización residual de los suelos. De esa forma se rotan cultivos como maíz, yuca, boniato, pepino, habichuela, tomate y arroz, entre otros, los que ocupan espacios en la próspera finca, lo cual le permitió el pasado año entregar al Estado más de 150 toneladas de viandas, hortalizas y vegetales.

Otro de los intereses del joven, que comparte sus labores de labriego con sus responsabilidades como delegado del Poder Popular y presidente del consejo popular de Tahón, es el de fomentar un potente módulo pecuario, donde tiene cerdos, conejos, carneros y gallinas, entre otros animales, con lo que logra el sustento de la familia y puede realizar aportes a la sociedad, como los entregados a varios hospitales y centros de aislamiento durante la pandemia.

Y a quienes a manera de jarana le dicen que se va a volver millonario con tantas ganancias, les responde sonriente: «Si el dinero viene del trabajo honrado, será bienvenido».