Lorenzo Rubio, directivo de la cadena hotelera canadiense Blue Diamond, consideró que el sentido de pertenencia de los empleados de este sector con las instalaciones es un punto a favor del turismo en Cuba, pues el servicio que pueden ofrecer las personas que sienten apego por su trabajo no lo dan en otras partes del mundo.
Rubió, con 35 años de experiencia en el sector y una década al frente del hotel Royalton Hicacos Resort & Spa en Varadero, dijo a Prensa Latina que «la gente siente mucho que es suyo este hotel, no es de los dueños sino de los trabajadores».
Hay muchos fundadores con 19 años en el Royalton que han crecido y se han hecho aquí profesionalmente y sienten el hotel como suyo, agregó.
Rubió explicó que lo más complicado en este momento es encontrar los insumos necesarios, y aclaró que esto no siempre ha sido así, que es un resultado lógico de una pandemia, «pero se va a solucionar».
El directivo también se refirió a la simpatía del pueblo cubano, a su sentido de pertenencia y cultura y comentó que: «venir a Cuba es ser parte de una familia y no sentirse un cliente, por eso muchos repiten las estancias».
Al respecto de la próxima reapertura a partir del 15 de noviembre expresó que con las vacunas, tanto en Cuba como fuera de este país, ya hay un porciento elevado de personas vacunadas en muchas naciones, y avizoró un buen fin de año, un mes de diciembre como los de etapas anteriores y que el 2022 vaya bien.
El Royalton, propiedad de la compañía local Cubanacán y en contrato mixto con el citado consorcio de Canadá, ha merecido en cuatro ocasiones consecutivas el prominente World Luxury Hotel Awards, y otros lauros como el Premio Nacional de Medio Ambiente.
Varadero está asentado en la península de Hicacos de la costa norte de la provincia de Matanzas, a unos 140 kilómetros al este de La Habana, y cuenta con una planta hotelera de 58 alojamientos, los cuales agrupan cerca de 22 000 habitaciones.
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