Cuando Fidel convidó a los trabajadores del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) a obtener resultados tan grandes como la institución misma, nacía allí –el 1ro. de julio de 1986– un compromiso inquebrantable, de esos hombres y mujeres de ciencia, con su pueblo y con el desarrollo del país.
Ahí están, solo como botón de muestra, el Heberprot-p, con el cual se han beneficiado más de 250 000 personas en diversas latitudes del orbe; la vacuna Heberbiovac-hb contra la hepatitis B, registrada en más de 35 países; el interferón recombinante Alpha y Gamma, sus investigaciones biomédicas y agropecuarias; y su respuesta al azote del SARS-COV-2, con la obtención de Abdala, la primera vacuna anti-COVID-19 de América Latina.

La Dirección Nacional de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) les entregó el Premio del Barrio, como también al Centro de Inmunología Molecular (cim), en ceremonia presidida, esta última, por Jorge Luis Perdomo Di-Lella, vice primer ministro.

«Este premio que están recibiendo es un premio a una larga trayectoria de esfuerzos, sacrificios y entrega abnegada por la salud de los cubanos y de muchos ciudadanos del mundo», significó Gerardo Hernández Nordelo, Héroe de la República de Cuba y coordinador nacional de los CDR.
Entre los productos desarrollados por el CIM, inaugurado por Fidel el 5 de diciembre de 1994, sobresalen el anticuerpo monoclonal Nimotuzumab para el cáncer de cabeza y cuello, gliomas, páncreas y esófago; la vacuna Cimavax EGF para el cáncer de pulmón, y la Eritropoyetina recombinante humana para el tratamiento de la anemia causada por insuficiencia renal crónica.
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