Isla de la Juventud: Decisiones «ciclónicas» para proteger la vida y los recursos

Los pronósticos vaticinan lluvias intensas y vientos de tormenta tropical, este viernes, en la Isla de la Juventud, debido al paso por el Caribe Occidental de un nuevo evento ciclónico, de ahí que cumplir las medidas preventivas en los planes de reducción de desastres sea la prioridad para salvar vidas y proteger los recursos de la economía.

En reunión del Consejo de Defensa Municipal, se precisaron las acciones para la protección de alimentos, de los recursos de la agricultura y de los materiales de la construcción. Se detallaron, además, las alternativas para la venta de pan y leche, para garantizar la vitalidad de los grupos electrógenos y la protección de los medios existentes en los puertos del Surgidero de Batabanó y de Nueva Gerona.

Se informó que en el polo turístico Cayo Largo del Sur se queda un número reducido de trabajadores, porque un poco más de cien retornarán en vuelos hacia la Isla de la Juventud, y en el poblado sureño de Cocodrilo se autoevacuaron vecinos a casas más seguras, mientras sus equipos electrodomésticos se resguardan en contenedores como es habitual. Igualmente se suspendieron los servicios del sector estatal y privado.

En el territorio pinero los suelos están saturados de tanta lluvia y varios embalses están vertiendo. Los especialistas también mantienen la vigilancia sobre las presas para proteger a quienes viven aguas abajo.

Adiel Morera, intendente pinero, exhortó a los subgrupos de trabajo a cuidar los productos de la canasta básica normada de septiembre, distribuidos en las 62 bodegas; a mantener la vitalidad en las zonas de defensa pendientes de las posibles inundaciones. También indicó que se recuperen las posibles afectaciones del servicio eléctrico que genere el ciclón, para lograr revitalizar la vida económica y social en el menor tiempo posible.

Zunilda García Garcés, presidenta del Consejo de Defensa Municipal, reconoció la respuesta en la adopción de medidas y exhortó a ser ágiles en el cuidado de recursos y de la vida de los pineros, que deben ser disciplinados y cumplir las orientaciones de la Defensa Civil para evitar accidentes.