El estudiante angolano, Plácido Paulo Kulaila, de quinto año de arquitectura, reveló que han recibido todas las atenciones y protocolos sanitarios durante la pandemia, una de las razones por la que los 58 alumnos extranjeros que cursan estudios en la Universidad Marta Abreu, de las Villas, en el centro de Cuba, están libres de la COVID-19.
Los educandos oriundos de los continentes de África, Latinoamérica, Asia y Europa, permanecen albergados por más de cuatro años en esta institución universitaria, y la mayoría concluye sus tesis de grado en las especialidades de telecomunicaciones, derecho y arquitectura, dijo a Prensa Latina Osana Molerio, rectora de la alta casa de estudios.

Kulaila afirmó que el buen cuidado y la camaradería resalta entre los cubanos y citó como el ejemplo más reciente los días de alarma y paso de la tormenta tropical Elsa. «Fuimos bien atendidos y como siempre, el colectivo de la universidad nos apoyó en todo lo que necesitábamos», enfatizó.
Por su parte Yasmine Pierre, procedente de Haití, y quien estudia el último año de ingeniería en telecomunicaciones, manifestó agradecimiento por la ayuda prestada a su nación.
Es característico que los jóvenes que estudian en las casas de altos estudios de Cuba reciban atención esmerada y en gesto de gratitud muchos de ellos, incluso, apoyan hoy tareas en el enfrentamiento a la COVID-19, como muestra de solidaridad y agradecimiento con la Isla.
En el centro universitario José Assef Yara, de Ciego de Ávila, el joven camboyano Chyhuy Heng, quien cursa el quinto año de medicina, refirió que en determinados momentos participó en las pesquisas activas. «Lo hago porque me siento comprometido con un país que me lo ha dado todo: estudios, hogar, comida, y es la manera de devolverle algo de lo mucho que me ha entregado sin pedir nada a cambio», comentó.
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