Desde el comienzo del enfrentamiento a la COVID-19, en Cuba se ha trabajado por garantizar la protección de los trabajadores de la Salud, no solo desde el punto de vista físico-biológico, sino también en la seguridad sicológica de aquellos sanitarios que, por más de un año, han asumido directamente el enfrentamiento a la pandemia, destacó la doctora en Ciencias Lidia Caridad Hernández Gómez, profesora titular de la Escuela Nacional de Salud Pública y miembro del Grupo Nacional de Psicología de la Salud del Ministerio de Salud (Minsap).
Con el objetivo de proteger a ese personal, que ha estado involucrado en la atención a sospechosos o confirmados con la COVID-19, el Grupo Nacional de Psicología de la Salud del Minsap, de conjunto con el Grupo de expertos de la seguridad mental del Minsap y otros actores e instituciones, han asesorado la seguridad sicológica de esos profesionales, porque «definitivamente la vida de las personas está en sus manos y, además, hay que cuidar su propia vida», enfatizó.

Señaló que desde que empezó la pandemia y fueron convocados, además de realizar acciones de salud para prevenir los riesgos sicosociales, a los que están expuestos el personal sanitario, también han desarrollado investigaciones sobre el tema en cada uno de los momentos de brote de la pandemia en la nación.
Resultado de los estudios –precisó la profesora– se han identificado un grupo de riesgos psicosociales presentes en los trabajadores de la Salud, producto de las circunstancias de la COVID-19.
Entre ellos mencionó el miedo, como un elemento presente todo el tiempo de la pandemia, que lo manifiestan en el temor a contagiarse o a contagiar a sus compañeros y a la familia con el virus, al cual se exponen continuamente.
Otro de los trastornos tiene que ver con la sobrecarga emocional.
RESPONSABILIDAD DE TODOS
La responsabilidad de cuidar el bienestar sicológico de nuestros trabajadores sanitarios no es únicamente de ellos o del sistema de Salud, sino también de otros organismos y de la participación comunitaria e intersectorial de la población y otros actores sociales, afirmó la doctora Hernández Gómez.
La experta enfatizó en la importancia de proveer y garantizar los recursos de protección necesarios para realizar las labores, asegurar que todos estén correctamente informados, así como fomentar un ambiente laboral adecuado.
Al respecto, señaló que la vacunación con los candidatos vacunales cubanos, que priorizó al personal de la Salud del país, es un recurso de protección muy útil que, además, ofrece seguridad.
Resaltó, igualmente, la importancia del reconocimiento social de estos trabajadores.
Sobre el autocuidado personal que deben incorporar los trabajadores sanitarios para mantener una buena salud sicológica, la miembro del Grupo Nacional de Psicología de la Salud hizo referencia a un grupo de hábitos como alimentarse adecuadamente, dormir lo necesario, practicar ejercicios físicos, tomar los medicamentos si padecen de enfermedades crónicas y evitar asumir conductas de riesgo, tales como el consumo de tabaco o alcohol, entre otras acciones.
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