Una serie de proyectos con un alcance a corto y mediano plazos han sido puestos en práctica por el Ministerio de Agricultura para mejorar la situación del arbolado urbano en varias ciudades del país pues existe un complejo panorama marcado por plantas con una altura inadecuada para el lugar donde fueron sembradas, con raíces que interfieren o dañan redes sanitarias, de alcantarillado, eléctricas, de gas, aceras y viviendas; y con ramas cuya ubicación influye en el buen funcionamiento del tránsito.
Como respuesta a las inquietudes de la población relacionadas con estas acciones, el Minag publicó en su web una nota en la que se explica que el manejo del arbolado urbano constituye una actividad «compleja y costosa» que en Cuba ha sido impacta durante años por las limitaciones de recursos materiales y financieros, lo que ha incidido e incide en el manejo adecuado de las redes urbanas, donde se incluye el arbolado.
No obstante, indican, en los últimos meses se constata un mayor nivel de poda y tala en La Habana por ejemplo, lo que responde a las medidas organizativas que se han adoptado para lograr una mejor y más eficiente utilización de los recursos disponibles para esta actividad «debido a la prioridad que el Gobierno de la capital ha dado a los planteamientos y quejas de la población relacionados con este tema, que en algunos casos datan de varios años».
Además, refleja la nota, estas acciones se toman para minimizar los daños que pueden provocar los eventos meteorológicos extremos, donde la máxima prioridad está en preservar las vidas humanas y mantener los servicios básicos a la población, lo cual no quiere decir que los árboles y las ciudades sean incompatibles.
Indisciplinas sociales y administrativas, como la tala indebida, no se permiten, por supuesto, y ante estas se han adoptado las respectivas medidas disciplinarias en correspondencia con la gravedad de los hechos siempre que ha sido posible.
«Cada año el Gobierno destina cuantiosos recursos materiales y financieros para la conservación, manejo y desarrollo del patrimonio forestal, donde se incluye el arbolado urbano. Se realizan diferentes actividades en todo el país para elevar la educación ambiental de la población y en particular sobre la importancia de los árboles, no solo en las ciudades, sino también en otras zonas», aclara el texto.
Junto a las prioridades del sector forestal y otras entidades involucradas, la participación ciudadana es esencial, aunque las reacciones para proteger y conservar los espacios verdes, desde el punto de vista de la percepción, resultan un indicador positivo que muestra la sensibilidad de nuestra población sobre estos temas.
Entre las normas legales vigentes en Cuba que de una forma u otra abordan la conservación, manejo y desarrollo del patrimonio forestal, se encuentran la Ley 85 Ley Forestal, su Reglamento; la Resolución 330/1999 del Ministro de la Agricultura y la Resolución 459 de 1996 Referida a la Poda y Tala de Árboles en las Zonas Urbanas.
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