ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
El desamparo y la pobreza de la mayoría del campesinado cubano fueron de los problemas crónicos que la Revolución encontró y debió transformar. Foto: ALBERTO KORDA

Siempre que los medios de comunicación al servicio del Gobierno de Estados Unidos, la prensa corporativa o la red de sitios digitales contrarrevolucionarios se refieren a la Cuba antes de 1959, la pintan como se dibuja un lienzo de un país que nunca fue.

Lo hacen como foto de revista, como se hace un spot publicitario, y como lo que nos venden desespera por volver a esa «época dorada», deberá arrastrarlo todo en su retroceso, barrer uno por uno los pasos que dio la Revolución por la dignidad del pueblo, hasta retornar nuestros campos y ciudades al punto exacto de la realidad social superada por el triunfo rebelde de 1959.

¿Qué había detrás de las luces de neón de la Cuba de los 50? Detrás de la escenografía comercial corría la sangre de los crímenes de la dictadura batistiana, de las instituciones que sirvieron de modelo para la represión en América Latina, como el Buró para la Represión de las Actividades Comunistas (BRAC), el Servicio de Inteligencia Militar (SIM), el Servicio de Inteligencia Naval (SIN), la Policía Marítima, el Buró de Investigaciones y la Policía Nacional, verdaderas academias de tortura y muerte.

La Habana era un paraíso, sí, pero para las mafias del juego, del alcohol, de las drogas y de la prostitución, un reino de impunidad que crecía como «ciudad del pecado», en paralelo a Las Vegas, con grandes ventajas sobre la perla de Nevada.

Lo que pasaba en La Habana se quedaba en La Habana. No había lugar concurrido que no contara aquí con un expendio de drogas, una mesa de juego, un apuntador y prostitutas disponibles.

Con dinero del país se construyeron los deslumbrantes hoteles y casinos cuyas ganancias salían diariamente rumbo a Estados Unidos. Era un «bisnes» redondo gracias a Batista, el hombre fuerte que amparaba toda fórmula de esquilmar al pueblo, a fin de financiar un negocio sucio que no le reportaba ninguna utilidad.

De las grandes obras públicas que hoy son base de la propaganda contra Cuba, como muestra del éxito de aquella república burguesa, muchas fueron acciones de corrupción. El dinero lo ponía el Estado a empresas de propiedad de los personeros del régimen, que recibían millones de pesos por proyectos que costaban miles.

Batista cosechaba el 35 % de todas las «transacciones», de absolutamente todas las ganancias espurias de la corrupción.

Foto: Granma

LA TACITA DE ORO

En aquella Cuba «maravillosa» miles de personas ocupaban puestos en los ministerios y cobraban sin trabajar; era la famosa botella instituida en la república, cargos que se entregaban como pago a favores, como compromisos politiqueros, etc.

Mientras la capital se llenaba de casinos y hoteles de ensueño, catedrales del engaño y de la trampa, la otra cara de la ciudad mostraba una pobreza extrema dolorosa.

Cientos de villas miserias se levantaban. Las Yaguas, la Cueva del Humo y tantas otras ciudadelas de indigencia crecían a la sombra de las nuevas suntuosas construcciones.

En el barrio de Las Yaguas, según puede observarse en la revista Bohemia, malvivían miles de familias en condiciones infrahumanas, bajo armazones de yaguas de palma, usadas por la industria para envolver hojas de tabaco, y recicladas como paredes y techos una vez desechadas en las fábricas.

Muchachas campesinas, traídas bajo engaño a la capital, eran explotadas en el famoso cinturón de prostitución que daba servicio a hoteles, casinos y cabaret.

El paraíso insular lo era de Meyer Lansky, Santo Trafficante, Amleto Battisti Lora, Joe Stassi, Amadeo Barletta y Fulgencio Batista; cinco capos, un presidente, todos una misma mafia.

El siciliano Santo Trafficante, segundo jefe del llamado Imperio de La Habana, cabeza visible en los negocios de la mafia estadounidense en Cuba, con su cuartel general en el cabaret Sans Souci, era, desde la década de los años 30, el encargado de traer la cocaína desde Medellín, en Colombia, y la heroína desde Marsella.

Para estas operaciones, fundaron en Cuba compañías aéreas que operaban a través de los aeropuertos militares, con equipos y técnicos de la fuerza aérea cubana, protegidos por el ejército y la policía nacional. La Habana era, además, el centro más importante de lavado de dinero de las Américas.

Foto: Granma

UN PAÍS «DESARROLLADO»

De la Cuba que hoy se ufana en presentar la contrarrevolución como «un país desarrollado», el censo de 1953 deja claro que el 68,5 % de los campesinos vivía en bohíos miserables de techo de guano y piso de tierra, el 85 % no tenía agua corriente y el 54 % carecía de servicio sanitario.

Solo un 11 % de las familias consumía leche, el 4 % carne y el 2 % huevos, el 44 % no sabía leer ni escribir, y, según el Consejo Nacional de Economía,

738 000 personas estaban desocupadas en 1958, de una población de poco más de 6 000 000 de habitantes.

Casi 3 000 000 de cubanos no tenían luz eléctrica, pues la infraestructura solo cubría el 56 % del país.

Al triunfar la Revolución existían 600 000 niños sin escuelas y 10 000 maestros sin trabajo. Un millón y medio de habitantes mayores de seis años no tenía aprobado ningún grado de escolaridad, apenas un 17 % de los jóvenes entre 15 y 19 años recibía algún tipo de educación y la población mayor de 15 años tenía un nivel educativo promedio inferior al tercer grado.

Foto: Granma

En las ciudades, una de cada cinco personas no sabía leer ni escribir; en el campo, de cada dos campesinos uno era analfabeto, y las pocas escuelas que existían estaban abandonadas.

Solo se explotaba el 20 % de la tierra cultivable mientras se importaba el 60 % de los alimentos desde ee. uu. Más de la mitad de las mejores tierras del país estaba en manos extranjeras, y las propiedades de la United Fruit Company y la West Indian unían la costa norte con la costa sur de la antigua provincia de Oriente.

LA VIVIENDA QUE ERA EJEMPLO PARA AMÉRICA LATINA

Según datos de Inter Press Service (IPS), cuando la Revolución tomó el poder, «el sector de la vivienda estaba gravemente deteriorado, debido al enorme déficit habitacional, las notables diferencias entre el campo y la ciudad, la variabilidad de los materiales usados y la existencia de cordones de pobreza en las principales ciudades, sobre todo en La Habana». Un estudio de 1953, coordinado por la Oficina del Censo de Estados Unidos, concluyó que solo el 13 % de las casas podía considerarse buenas.

Dentro de la misma capital, por un lado había un ostentoso litoral con exclusivas urbanizaciones de la burguesía, lujosos edificios de apartamentos y fastuosas residencias y, por otro, enormes zonas de barrios indigentes.

En las condiciones de subdesarrollo económico que confrontaba Cuba, los recursos hidráulicos eran administrados precariamente. De los 300 asentamientos con más de mil habitantes, solo 114 contaban con suministro de agua por acueducto y 12 con alcantarillado.

Al iniciar 1959, funcionaban 16 instalaciones de cloración y, de cuatro plantas potabilizadoras en Camagüey, Santa Clara, Palma Soriano y Cienfuegos, dos tenían problemas por falta de productos químicos y una no funcionaba hacía tres años.

Foto: Granma

El alcantarillado de La Habana tenía casi 50 años de construido y resultaba insuficiente.

La única planta de depuración de aguas residuales, enclavada en Santa Clara, se encontraba abandonada, y los alcantarillados de Holguín, Guantánamo y Pinar del Río estaban en construcción desde hacía varios años.

En la nación solo existían 13 pequeños embalses distribuidos en Camagüey, Las Villas, Holguín y Santiago de Cuba.

Tal inventario de argumentos, por supuesto, no conviene al comercial restaurador de los que añoran la vuelta de los 50, y a los ingenuos que «se tragan» el engaño no dirán que la causa de todo era la condición de neocolonia yanqui, grave tenaza que sumía al país en los niveles más indignos del subdesarrollo, la dependencia y a merced de una satrapía de militares asesinos, funcionarios venales y mafiosos.

Tampoco dirán que la miserable realidad que padecía la Isla profunda fue lo que dio calor de pueblo a la insurgencia guerrillera que sacudió las montañas y levantó al país en una Revolución radical; esta misma de hoy, invicta, heroica, en permanente resistencia, y aspirante a una prosperidad que nos bloquean esos que la desean y la invocan, pero al costo de vender a la nación con todo y dignidad, como pasaba en sus nostálgicos 50.

 

Fuentes:

Censo de 1953. Oficina del Censo de los EE. UU.

IPS en Cuba

El Imperio de La Habana, Enrique Cirules.

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.

Antonio Santana Jimenez dijo:

1

20 de mayo de 2021

07:25:59


Estos artículos así que nos dicen como era cuba antes del triunfo de la revolución hay que difundirlo mas, adaptarlo a las paginas sociales en cortos enunciados, para que todo el mundo sepa la realidad y porque fue necesaria la revolución y mas aun por que hay que defenderla. Esas cosas nunca deben olvidarse.

Joel Ortiz Avilés dijo:

2

20 de mayo de 2021

07:49:05


...A esa realidad espantosa antes del 1ro de enero de 1959 nunca volveremos... Para eso luchamos hoy más unidos que nunca, con un Partido Comunista fortalecido y actualizado a la realidad que vivimos, sin renunciar al desarrollo con nuestros propios esfuerzos; resistiendo fuerzas externas que quieren la destrucción total de la revolución y la imposición del modelos Neoliberal que ha demostrado ya su insuficiencia, en contra del bienestar del pueblo. !!!! Patria o Muerte !!! !!! Venceremos !!!

BCS dijo:

3

20 de mayo de 2021

12:15:02


Para eso fue creado nuestro PCC para que nunca los revolucionarios permitamos desigualdades sociales y mantengamos la lucha por la prosperidad de nuestro aguerrido pueblo.

GMEM1967 dijo:

4

20 de mayo de 2021

13:22:27


Buenas tardes:Es muy necesario para nuestra excelente juventud-estos articulos para que conozcan la verdad del pasado.y de lo que el imperio siempre ha pretendido de este pais-La historia nunca sera olvidada de la Cuba de la neocolonia-para los que desde el exterior pretenden confundir a nuestro pueblo y nuestra juventud-jamas y nunca renunciaremos al legado de nuestros heroes y martires que derramarron su sangre en defensa de la revolucion.Tenemos dificultades y no somos ciegos-pero mas que eso tenemos valentia y decoro para enfrentar y vencer las dicultades que no lo duden.

Raúl dijo:

5

20 de mayo de 2021

17:51:41


Cuando los rebeldes por fin lograron el propósito anhelado por nuestros mambises y bajaron de la sierra con la victoria y el triunfo revolucionario era ya algo palpable y que barrio con la escoria opresora que empañaba nuestra patria con la sangre de los mejores hijos de esta tierra y luego se continúo la labor de enseñar y educar a los hijos de Cuba, este aprendizaje se profundizo cuando se realizó la campaña de alfabetización y se le da continuidad con la obra que lleva adelante la Revolución, no obstante de que a lo largo de los años las generaciones de cubanos que nacieron luego hayan recibido y reciben una educación de calidad reconocida por las Naciones Unidas en el índice de desarrollo humano alcanzado por nuestro país muy superior a países más desarrollados y esto muy a pesar de sus enemigos. Cuando se rinde tributo a los 126 años de la caída de nuestro apóstol que nos enseño a divisar la realidad de nuestra patria y de la América toda resulta difícil digerir por los hijos dignos y fieles a los principios que nos legaron la historia de lucha de los hombres y mujeres que la escribieron a fuerza de sacrificios y sangre, que hoy convivan entre nosotros individuos que invocan la destrucción de todo lo hermoso de una obra social que dignifica y brinda todos los derechos al ser humano. Muchos necesitan leer y escuchar trabajos semejantes como el escrito por Capote es de felicitarlo y agradecerle hacernos recordar, hace muy poco se emitió por la televisión una novela donde un joven maestro de historia empleaba un método para hacerle llegar a sus estudiantes el mensaje que la historia nos transmite de un modo novedoso, atractivo que entusiasmaba hasta a los apáticos, eso no puede caer en el acápite de la retorica debe ser hoy más actual que nunca los métodos deben actualizarse para que las nuevas generaciones la escuchen, la busquen y la estudien, nuestros enemigos pretenden utilizarla a su favor maquillándola a su conveniencia muchos hemos podido apreciar en otros lugares cual es el costo de renunciar al camino de la soberanía, los que nos bloquean y los que les hacen el juego JAMAS y NUNCA pueden tomar la iniciativa, los cubanos de aquí de esta tierra bajo ningún concepto le podemos dar la oportunidad el costo sería terrible. Esperamos con paciencia pero con la seguridad de que la razón está del lado de los cubanos que la defendemos y los que conspiran tendrán su merecido. Viva CUBA

Miguel Angel dijo:

6

21 de mayo de 2021

06:21:54


Excelente artículo, hay que divulgarlo. Esa es la realidad, yo lo viví. Gracias

Esteban dijo:

7

21 de mayo de 2021

09:09:46


Estos artículos necesitan ser divulgados en las redes sociales pues hoy día hay una avalancha de sitios que exponen fotografías de La Habana como si hubiese sido un paraíso, induciendo una "nostalgia" sobre todo en jóvenes que no conocen la historia real La Cuba profunda no la muestran. La prensa nuestra debe dejar el inmovilismo y ganar esta guerra a pensamiento, como nos indicó nuestro José Martí

Inés dijo:

8

23 de mayo de 2021

21:22:42


Muy buen artículo, extraordinaria pluma la de su autor el periodista Raúl Antonio Capote, gracias mil

julio dijo:

9

26 de mayo de 2021

15:12:42


El fiel retrato de la actual colombia,convertida en un antro de mafiosos en el poder,enriquecidos con los dineros del estado,mientras el pueblo,muere de hambrunas.