ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

Taguasco, Sancti Spíritus.–A punto de cumplir medio siglo y en una coyuntura tecnológica muy comprometida, la fábrica de cemento Siguaney ha enviado un mensaje de aliento: está a punto de completar la mitad de su plan anual del polvo blanco, y ya arrancó el horno de la elaboración de cemento gris.
Según el ingeniero Gonzalo Reina Aguilar, su director, ni la obsolescencia tecnológica que ha minado la planta ni la pausa impuesta por la COVID-19 han podido impedir su vitalidad.
Si bien los volúmenes para 2021 no son espectaculares, mucho menos frente a la demanda del producto, que se multiplica mes tras mes ante la inactividad de las restantes fábricas, su reactivación representa un alivio para aquellos programas más priorizados.
Además de las variedades p-25 y p-35 (gris), que produce desde junio de 1971, Siguaney asume la de cemento blanco, muy demandado en procesos de terminación y en la industria de materiales de la construcción; en los últimos tiempos desarrolla una gama de cementos especiales, además de sostener su condición de polígono experimental para la obtención industrial del lc3 o cemento de arcilla calcinada, junto con la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas.
A finales del pasado año produjo 200 toneladas del llamado ca16 (cemento con adición), más barato y con prestaciones menos exigentes, pero de uso múltiple en los procesos inversionistas.
Allí se impulsan otros frentes, como la fabricación de viviendas para los trabajadores, el fomento de áreas de autoabastecimiento alimentario, y la terminación de un taller de Mecánica.

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.