Todavía no había comenzado la jornada de trabajo y ya había sido testigo de dos discusiones en los medios de transporte que tuvo que abordar. En ambos casos, como suele pasar, cada parte creía tener la razón, aunque, en realidad, esta le asistía solo a uno de los implicados.
El nuevo precio de los porteadores privados en la capital –del cual todos los posibles usuarios aún no están informados– y la obligatoriedad de descender por las puertas traseras de los ómnibus urbanos –tan conocido y tan incumplido a fuerza de mala costumbre– fueron los detonantes; pero en el fondo, lo que movía al chofer del almendrón, que cobró 15,00 pesos, a la muchacha que renunció a continuar el viaje, al señor que pidió que le cambiaran el billete de 1,00 peso, por estar deteriorado, al conductor que exigió a los pasajeros bajar por las puertas traseras… es el escenario de nuevos salarios y nuevas tarifas.
Desde el 1ro. de enero de 2021, los cubanos vivimos una realidad diferente en la que no solo se han eliminado subsidios, también han subido precios –sujetos a correcciones– y, por consiguiente, los usuarios sacan cuentas, piden calidad en los servicios, y quienes los prestan apuntan, además, a los deberes que a veces olvidan los clientes.
No está de más, en este momento, repasar qué le corresponde hacer a cada cual, para que nadie se sienta timado ni olvide que, además de derechos, tiene deberes que cumplir cuando accede a un bien o a un servicio. Trabajar es el primero de todos, y hacerlo con productividad y eficiencia, a fin de robustecer, colectivamente, el bienestar al que aspiramos.
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Oscar Ramos Isla dijo:
1
16 de febrero de 2021
05:45:02
doralia ricardo avila dijo:
2
16 de febrero de 2021
10:09:54
elieser dijo:
3
16 de febrero de 2021
13:16:16
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