Aunque a la conmemoración de estos 62 años de la entrada de Fidel y el Ejército Rebelde a La Habana le faltaron los vítores de una multitud agradecida que saludara a ambos lados de la calle, y el agitar de las banderas en las manos de pioneros y jóvenes, porque la amenaza de la pandemia continúa, prevaleció igualmente, en la recordación, la reafirmación de la fidelidad del pueblo al legado de sus héroes.
La Ciudad Escolar Libertad, justo el sitio donde el jefe guerrillero hablara a los capitalinos aquel 8 de enero, fue otra vez, este viernes, el escenario en que se confirmó el acompañamiento popular a la obra de la Revolución. Testimonio vivo de aquella generación de verde olivo, la general de brigada Delsa Esther Puebla Viltre (Teté), Heroína de la República de Cuba, resaltó la importancia de rememorar la Caravana de la Libertad como un símbolo de triunfo.
En el homenaje –encabezado por las máximas autoridades de La Habana– se reeditaron también las emociones de aquel histórico día, y resonaron nuevamente las ideas y el liderazgo del Comandante en Jefe.
En estos tiempos continúa indetenible la marcha de la Caravana de la Libertad, y la premisa es consolidar una sociedad próspera y justa, donde la juventud es la garantía de la continuidad, afirmó Maritza del Carmen Romero, primera secretaria del Partido en el municipio de Marianao.
«Gracias, en nombre de las nuevas generaciones, por trazar el camino correcto, y confíen en que no dejaremos perder la libertad conquistada y abonada con tanta sangre generosa», aseveró.
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