ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
La pandemia impidió la marcha de cada año, pero no el sentido homenaje ante el monumento. Foto: Anabel Díaz Mena

Solo eran unos muchachos, casi niños, cómplices de la alegría de vivir. Uno tomó una flor en sus manos, de las muchas que se cultivaban delante de las oficinas del cementerio. Otros se pasearon en el «carrito» que conducía los cadáveres destinados a la sala de disección. Era solo un juego, inocente, como ellos. No hubo ofensa ni daño, y mucho menos profanación.

Los acusaban de haber rayado el cristal que cubría el nicho, donde reposaban los restos del periodista español Gonzalo Castañón. Nadie podía creer aquel crimen. Sin embargo, más de 40 estudiantes de Medicina fueron llevados a juicio.

El cuerpo de voluntarios había «tomado» el caso en sus manos y veían en el patíbulo la oportunidad, el escarmiento, para frenar con sangre el sentimiento libertario que crecía por toda Cuba. Apuntaron su rencor hacia esos jóvenes. Y se ensañaron.

Tampoco podía esperarse una actitud diferente de una milicia paramilitar al servicio de los intereses colonialistas, que olvidaban su origen cubano a cambio de prebendas y de otros beneficios.

Hubo un primer juicio, seguido por un tribunal militar que no halló delito ni razones para culpar. Pero los voluntarios amenazaron con desatar la violencia en la ciudad y protagonizar un golpe militar; y entonces el miedo fue mayor que el respeto a la justicia, a la vida.

En la segunda vista oral, el nuevo tribunal no solo declaró culpables de profanación a cinco estudiantes, sino que, por sorteo, condenaron a la misma suerte a tres más. El resto del aula tendría que cumplir penas de cárcel.

El consejo de guerra firmó la sentencia a la 1:00 p. m. y, sobre las cuatro de la tarde del 27 de noviembre de 1871, se les arrebataba la vida a ocho jóvenes inocentes fusilados no solo con proyectiles, sino también con el odio de quienes querían subyugar los ideales de soberanía de un país preso del yugo español. Pero no pudieron, porque es imposible frenar una Revolución, esa misma Revolución que cada mañana los cubanos seguimos defendiendo, perfeccionando, haciéndola nuestra.

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.

Zeyda dijo:

1

28 de noviembre de 2020

11:12:10


Página triste de nuestra historia patria q no debemos, no tenemos derecho a olvidar. Corren lágrimas aun por las mejillas de los cubanos verdaderos al evocar la inocencia acribillada por el odio.

Roberto Gomez dijo:

2

28 de noviembre de 2020

12:43:28


Cuba y los cubanos eramos españoles criollos , Cuba no era colonia , era una provincia de España, que luego queriamos romper los lazos con Madrid , eso es otra cosa , que desgraciadamente nos enfrentamos los unos con los otros , fue triste y cruel , que teniamos derecho a la independencia, por supuesto la teniamos, pero no fue un conflicto con un pais extranjero , España era Cuba y Cuba era España.

William dijo:

3

28 de noviembre de 2020

15:11:10


Cuba era colonia y España la metrópoli. Los cubanos ya teníamos sentimientos de libertad y por eso comenzó la guerra en 1868. No podemos negar los hechos pues los estudiantes fueron fusilados precisamente para aplastar los sentimientos independentistas.