Bayamo, Granma.–Cuando en 2014 al bayamés Ángel García le llegó la jubilación por edad, «el mundo no se le vino encima», porque desde entonces ha dedicado cada jornada a desarrollar en los contornos de su vivienda, en la calle 28 del reparto de Rosa La Bayamesa, tres pequeñas parcelas de autoconsumo familiar que los vecinos del CDR No. 4 agradecen.
En complicidad con su esposa Marielena Rodríguez, a quien llama «el motor impulsor de cada siembra», este destacado cederista ha logrado consolidar cultivos como el plátano fruta, la guayaba, el plátano vianda, la guanábana, el aguacate y el ñame, además de varias plantas medicinales, entre las que destacan el orégano, la sábila, la caña santa y el algodón.
De origen campesino y manos curtidas como huella de los más de 40 años de trabajo en el sector de la construcción, Ángel ha hecho reverdecer en cerca de ocho metros cuadrados estas plantaciones intercaladas que, bajo el cuidado y atención de Marielena, los distinguen en su comunidad dentro del movimiento «siembra tu pedacito», promovido por los CDR.
«Aquí no se pierde ni un metro, todo se aprovecha. Mi esposa y yo comenzamos con una matica, y otra y otra, y cuando nos dimos cuenta ya teníamos todo sembrado, incluso el jardín ahora es de boniato, y allá arriba en la placa se da la calabaza que eso es una maravilla, hasta tres sacos hemos cosechado», agrega entusiasta Ángel, cuyos frutos llegan muchas veces al plato de los vecinos.

«Nos gusta compartir lo que producimos; hace un tiempo atrás sacamos un ñame de 75 libras y eso dio para todo el barrio; y, aunque por aquí casi todo el mundo siembra en los patios, cada vez que un vecino necesita una viandita o una planta medicinal para un enfermo o para un niño sabe que puede contar con nosotros».
A sus 69 años, Ángel García no es de lo que prefiere descansar, y mucho menos lo hace Marielena, quien con 61, le ayuda, además, en la crianza de gallinas y de un cerdo, mientras sueñan juntos con aportar más.
Como la de esta pareja, en Granma ya son más de 24 000 las parcelas y patios pertenecientes al movimiento productivo cederista, que con el cultivo de viandas, hortalizas y condimentos respaldan el autoconsumo familiar; otro aporte desde el barrio que se suma a la sostenida labor de la organización en la provincia, merecedora por segundo año consecutivo de la condición de Vanguardia Nacional.
Este agasajo reconoce también el trabajo realizado para incrementar la incorporación de jóvenes a los cargos directivos; la integración a las filas de los CDR del 92,5 % de los granmenses, por encima de la media nacional; el rigor de los destacamentos Mirando al mar, y el cumplimiento durante más de cinco años del plan de donaciones de sangre, entre otros positivos indicadores.
Y aun cuando la COVID-19 impida celebrar entre vecinos con la tradicional caldosa estos 60 años de la mayor organización de masas del país, en Granma el 28 de septiembre se esperará desde el campo, al pie del surco, en una «fiesta productiva» que apuesta por nuestra soberanía alimentaria y, sobre todo, por la vida.
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