Se oyen los acordes de la marcha «El Mambí» y el destacamento de ceremonia avanza solemnemente hasta depositar la ofrenda floral, a nombre del pueblo cubano, a los pies de la tumba de Juan Fajardo Vega, el último mambí, en el trigésimo aniversario de su fallecimiento.
El corneta toca silencio, y en el mausoleo erigido en El Cacahual –lugar donde también reposan los restos del Mayor General Antonio Maceo, del Capitán Panchito Gómez Toro, del luchador comunista Blas Roca Calderío y otros valerosos combatientes– se rinde homenaje a un hombre que supo de la guerra con apenas 14 años y se negó a entregar su viejo fusil cuando tuvo lugar el desarme del Ejército Libertador.
Con el decursar de los años, el espíritu indoblegable del legendario mambí «siguió siendo un ejemplo y acicate para las nuevas generaciones, pues no en pocas ocasiones afirmó que, si la Patria lo necesitaba, no vacilaría en volver a defender los ideales de independencia», recordó en el acto político y ceremonia militar Diosvany Acosta Abrahante, primer secretario del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (ujc).
Por eso hoy, agregó, a tres décadas de su desaparición física, no encontramos un mejor ejemplo para los cubanos de estos tiempos, que hemos seguido su legado y estamos prestos a defender la Revolución por la que él y tantos héroes dieron lo mejor de sus energías y de sus propias vidas.
Presidido por el general de división José Antonio Carrillo, presidente de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, en el acto también participaron Elisa Estrada Fajardo, nieta del último mambí, así como jefes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y dirigentes del Partido y el Gobierno.
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Heriberto Navarro Peña dijo:
1
3 de agosto de 2020
06:02:35
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