Con el propósito de favorecer la estrategia trazada por el país para incrementar la producción de alimentos y asegurar la soberanía nacional en tan vital sector, este jueves son publicadas en la Gaceta Oficial Ordinaria No. 52, las normas que regirán la implementación de la política aprobada para el uso de organismos genéticamente modificados en la agricultura.
Esta normativa se corresponde con el cumplimiento de varios Lineamientos –fundamentalmente el 102– de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución para el periodo 2016-2021, aprobados en el 7mo. Congreso del Partido Comunista de Cuba.
En declaraciones exclusivas a Granma, el máster en Ciencias Antonio Casanova Guilarte, director del Centro de Control Ambiental de la Oficina de Regulación y Seguridad Ambiental del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), expresó que dichas regulaciones están dirigidas a evaluar el empleo de los organismos genéticamente modificados en la agricultura, observando o considerando los riesgos biológicos e integrando estos asuntos en el sector agrícola de forma tal que contribuyan al objetivo primordial de impulsar y aumentar la disponibilidad de alimentos.
De igual forma, aseveró que contribuyen a cumplir los compromisos internacionales asumidos por Cuba con el Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología del Convenio de Diversidad Biológica.
–¿Cuáles son los principales enunciados de la referida política?
–La política sobre organismos genéticamente modificados, responde a la necesidad de ordenar el desarrollo futuro de estos y su uso en el sector agrícola.
«En tal sentido, llena un conjunto de vacíos que han sido detectados, como la existencia de varias autoridades reguladoras, que influyen en el tema, con diferentes enfoques, la infraestructura para la detección e identificación de los organismos genéticamente modificados la carencia de un sistema de vigilancia y monitoreo de efectos adversos, entre otros aspectos.
«Teniendo en cuenta lo anterior, se identificaron varios principios a considerar en el proceso de ordenar el uso de los organismos genéticamente modificados en la agricultura cubana, como una alternativa más para aumentar la productividad, y entre estos figuran:
Asegurar que todas las actividades relacionadas con los organismos genéticamente modificados, que se ejecuten en el país, tengan una adecuada evaluación de riesgo, siguiendo los principios de precaución, transparencia en el manejo, la comunicación de la información y la responsabilidad ético-científica.
Crear una Comisión Nacional presidida por el Citma como rectora y coordinadora de los temas relacionados con dicha esfera, que
asegure la coherencia e integralidad en el proceso de toma de decisiones como representante de los intereses del Estado.
Crear capacidades en entidades estatales para la detección e identificación de estos a nivel nacional.
Fortalecer el sistema para la vigilancia y monitoreo de los organismos genéticamente modificados.
–¿Qué se propone el país al aprobar tales disposiciones y en qué situación están las investigaciones y resultados científicos vinculados a esa esfera?
–Se trata, básicamente, de una alternativa más en la búsqueda de elevar los rendimientos agrícolas y garantizar una mayor producción de alimentos, considerando las restricciones a las que está sometido nuestro país y a las afectaciones del cambio climático, de ahí que se convierte en una importante vía de implementación del Plan de Estado conocido como Tarea Vida dentro del sector agrícola.
«Este conjunto de instrumentos jurídicos renovados, colocan a la nación en una posición mucho más favorable en cuanto al cumplimiento de sus compromisos con el Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología, del cual Cuba es Estado parte desde 2002 y que regula las actividades relacionadas con los organismos genéticamente modificados.
«El desarrollo biotecnológico logrado por las instituciones nacionales y el incremento en los niveles de importación de granos (principalmente maíz y soya), para alimento humano y animal, requieren incrementar la vigilancia y el monitoreo de efectos adversos, posibles problemas en la gestión de los cultivos y las cosechas obtenidas, así como durante la transportación y el almacenamiento.
«La agrobiotecnología cubana busca lograr especies resistentes a plagas y enfermedades, con fines farmacéuticos y proporcionar tolerancia a factores abióticos (por ejemplo, agua, radiación solar, temperatura, humedad y condiciones del suelo), como parte de la estrategia de enfrentamiento al cambio climático.
«Cuba cuenta con tres instituciones científicas, el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), el Instituto de Biotecnología de las Plantas y el Centro de Bioplantas, donde han tenido lugar investigaciones y ensayos con 14 especies de plantas modificadas genéticamente, de ellas 11 son cultivables.
«Actualmente se mantienen ocho en estudio, entre las que podemos citar el maíz y la soya, cuyos cultivos son los más avanzados. Otras tres especies de plantas han sido empleadas en la investigación para ser utilizadas como biorreactores en la obtención de principios activos de medicamentos y de componentes destinados al proceso de producción de vacunas», resaltó el máster en Ciencias Antonio Casanova Guilarte.



















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manuel dijo:
1
23 de julio de 2020
14:44:52
HéctorBell dijo:
2
23 de julio de 2020
15:57:38
Dieudome dijo:
3
23 de julio de 2020
16:04:15
Frank Torres dijo:
4
24 de julio de 2020
15:30:14
alina dijo:
5
11 de septiembre de 2020
14:05:54
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