La finca de todos

Ubicada en Santa Catalina y Palatino del municipio Cerro, la Quinta «Las delicias», como se conoció desde principio del siglo XX, es ahora el parque tecnológico «Finca de los Monos», espacio creado con el objetivo de satisfacer a toda la familia, y bien provisto con variadas ofertas gastronómicas y áreas de juegos irresistibles hasta para los más adultos.

Es posible encontrar allí visitantes de otras provincias con deseos de saciar una curiosidad que se convierte en satisfacción por el esfuerzo empeñado en el funcionamiento del lugar.

Es visible el esfuerzo que han puesto los trabajadores del centro de conjunto con la Empresa de Informática y Medios Audiovisuales (CINESOFT) en el montaje de los simuladores en el avión, el tren, el yate, las salas de cine de 3D y 2D, así como en los monos y árboles parlantes; opciones que vuelven más interesante el paseo por este recinto.

Pero todo no es felicidad. 

Como nos explica Dixana Alayón Rojas, trabajadora del punto de ventas de plantas ornamentales de la instalación, cada día que pasa este establecimiento mejora las ofertas, pero falta que la población tome conciencia de que el parque es para todos, y todos debemos cuidarlo, ese es el secreto para que perdure la Finca de los Monos.

Es incorrecto pisar el césped o arrancarle un mechón de pelo a los simios robóticos y debemos ser capaces de corregir a los irresponsables que maltraten así la propiedad pública, aún más cuando ellos obvian las señales de prohibición colocadas en las áreas que lo necesitan para proteger el sitio.

El disfrute puede ser sin excesos. Así la familia podrá tener en la antigua «Quinta de las delicias» el espacio ideal para pasarla bien y cumplir sus expectativas. Cuidarla depende de nosotros, los visitantes.

El gobierno y las organizaciones políticas y de masas han destinado recursos y mucho esfuerzo en dar a La Habana en sus 500 años una opción como esta; para que la Finca de los Monos sea la finca de todos.