Una fábrica sin sueño

Pinar del Río.–Mientras a su alrededor la ciudad duerme, el combinado lácteo de Pinar del Río enciende sus luces y echa a andar.

Son las tres de la madrugada, pero en la industria todo comienza a moverse como si el sol ya hubiera asomado sobre el extremo occidental de Cuba. Los motores empiezan a rugir, las calderas se encienden, y los hombres y mujeres van y vienen alistando cada una de las líneas.

El objetivo es que la mayoría de los procesos productivos hayan terminado cuando la provincia entre en el horario de máxima demanda de energía. Se trata de una de las acciones emprendidas en la entidad pinareña –una de las mayores consumidoras de electricidad en Vueltabajo–, en medio de la compleja situación que enfrenta el país por la falta de combustible.

Sin dejar de cumplir la entrega de ninguno de sus 16 surtidos para la distribución normada, la gastronomía, el turismo, las cadenas de tiendas recaudadoras de divisas y la Zona Especial de Desarrollo Mariel, la gigantesca industria ha cambiado su rutina a fin de ayudar a «aplanar» las cargas en el pico.

En lugar de arrancar a las 8:00 a.m., como siempre, su colectivo ha decidido adelantar el inicio de la producción cinco horas antes. «Esta es una industria sueca, del año 1977. Sus motores son muy antiguos y altos consumidores de energía, y eso nos obliga a tomar esta medida para cumplir con lo que ha demandado la dirección del país», explica Dovani Cejas, especialista principal de mantenimiento.

Para los cientos de obreros, técnicos y especialistas encargados de las distintas líneas, implica un esfuerzo extra, que muchas veces debe ser respaldado desde el hogar.

«Yo, por ejemplo, soy mamá de un niño de siete años, así que la familia tiene que apoyarnos, porque esta es una coyuntura que debemos enfrentar entre todos», dice Yuniesky Dunia Porra, trabajadora de la línea de helado.

«El sueño es inevitable, por eso hay que tratar de descansar cuando se llega a la casa», confiesa Léster Camilo Hernández.

«Conocemos la situación que está atravesando el país y la importancia de la producción que realizamos. Este es el aporte que desde aquí podemos hacer», añade Yoel Puerto, operador de la línea de yogur de soya.

Gracias a la medida, la mayoría de las labores han podido sacarse del horario pico. Por otra parte, se han desconectado los aires acondicionados, se ha optimizado la ubicación de las producciones terminadas en las neveras, reducido la jornada del personal de oficina hasta el mediodía, y reorganizado las rutas de acopio y de distribución, asegura Eloil Terrero, especialista principal de mantenimiento.