Para las generaciones más jóvenes la figura de Vilma Espín Guillois (7 de abril de 1930 – 18 de junio de 2007) se asocia a la Federación de Mujeres Cubanas, pero la destacada revolucionaria trascendió este espacio de entrega. Basta solo leer Las luchas de Vilma, la reflexión que escribió el Comandante en Jefe tras la muerte de la Heroína de la República, para descubrir una vida dedicada a la Revolución.
«El ejemplo de Vilma es hoy más necesario que nunca. Consagró toda su vida a luchar por la mujer cuando en Cuba la mayoría de ellas era discriminada como ser humano al igual que en el resto del mundo, con honrosas excepciones revolucionarias», escribió Fidel en el artículo publicado en junio de 2007.
En los años de estudio en la Universidad de Oriente ya se vislumbraba el activismo político que llevó a la joven santiaguera a participar activamente en acciones a favor de la Constitución de 1940, en apoyo al movimiento independentista de Puerto Rico, en repudio a la tiranía y en manifestaciones estudiantiles. Fue de las primeras mujeres en Cuba en graduarse como ingeniera química industrial.
«He sido testigo durante casi medio siglo de las luchas de Vilma. No la olvido en las reuniones del Movimiento 26 de Julio en la Sierra Maestra. Fue enviada finalmente por la dirección de este para una importante misión en el Segundo Frente Oriental. Vilma no se inmutaba ante peligro alguno», afirma Fidel en sus Reflexiones.
Ligada desde los años 50 del pasado siglo a Frank País García —jefe de acción y sabotaje del Movimiento 26 de julio en Santiago de Cuba— después del golpe de Estado del 10 de marzo de 1952 la trayectoria revolucionaria de Espín Guillois fue en ascenso tanto en responsabilidades como en el riesgo que debió asumir para su seguridad en momentos en que la segunda ciudad en importancia del país daba pasos concretos para emprender la lucha armada.
Se entrevistó con Fidel en México —desde allí el líder de la Revolución preparaba la expedición del yate Granma— y tomó parte en el alzamiento del 30 de noviembre de 1956 (con esta acción se buscaba distraer a la policía mientras se efectuaba el desembarco del Granma, esto último ocurrió dos días más tarde).
Después del asalto al Cuartel Moncada, el 26 de julio de 1953, la casa de los Espín Guillois apoyó a jóvenes revolucionarios. La historia se repitió tras el levantamiento del 30 de noviembre.
Vilma llegó a ser Coordinadora Provincial del Movimiento 26 de julio en Oriente. En los años 1957 y 1958 se estrechó su vínculo con el Ejército Rebelde: coordinó el apoyo que el grupo armado recibiría desde la ciudad, guió al periodista Herbert Matthews hasta el encuentro con Fidel y finalmente integró el Segundo Frente Oriental Frank País.
Cuando en la Sierra Maestra se tomaban decisiones determinantes para el desarrollo de la guerra, Vilma ya era guerrillera, delegada del Movimiento 26 de Julio y miembro de la máxima dirección de la lucha.
«Al triunfar la Revolución —continuaba Fidel en su escrito—, se inicia su incesante batalla por las mujeres y los niños cubanos, que la llevó a la fundación y dirección de la Federación de Mujeres Cubanas. No hubo tribuna nacional o internacional a la que dejara de asistir por distante que fuera el camino a recorrer, en defensa de su patria agredida y de las nobles y justas ideas de la Revolución.»

El 23 de agosto de 1960 se funda la Federación de Mujeres Cubanas —la organización que aglutinó a todos los grupos femeninos de revolucionarias y que desde su creación se propuso incorporar a la mujer a la sociedad— y ahí estaba Vilma, justo cuando el país era objeto de constantes ataques, y también estaba Fidel, con su visión preclara sobre el papel de la mujer en la Revolución y de la unidad.
«(…)por eso ha sido hoy una feliz y significativa coincidencia, que en los precisos momentos en que se intriga contra nuestro país, en que el imperio poderoso moviliza todos sus millones y todas sus influencias para maniobrar contra nuestra patria, cuando se trata de cercar a nuestro país y de justificar agresiones contra nuestro país allá, en el seno de la OEA, hoy precisamente, ¡hoy precisamente!, se haya constituido esta Federación de Mujeres Cubanas, como respuesta digna, como respuesta elocuente de que nosotros por nuestra parte aquí, estamos, en primer lugar, muy tranquilos; en segundo lugar, muy seguros; en tercer lugar, muy claros; en cuarto lugar, muy unidos (…).»
A partir de entonces, desde sus responsabilidades en la organización femenina y en la máxima dirección del país, Vilma estuvo al frente de importantes proyectos a favor de la mujer como la Comisión de la Niñez, la Juventud y la igualdad de derechos de la Mujer, de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Sería difícil hablar de los logros de la mujer, de la presencia de esta en diferentes escenarios sociales, de su participación y resultados en la ciencia, el deporte, la cultura; de su acceso a estudios superiores y su presencia en la sociedad sin mencionar a Vilma y a la organización que fundó, que recientemente celebró su 10mo. Congreso.
Sería iluso creer que las estadísticas que hablan de cuánto se ha alcanzado en protección a la madre trabajadora, salud materna, trabajo con la familia y reinserción social no son consecuencia de políticas gubernamentales que amparan a la mujer.
Sería irresponsable obviar el papel que en el actual escenario económico, social y político del país tiene la mujer, incluso en el Parlamento y el Gobierno. Muy poco de esto se habría conseguido sin el ejemplo de la muchacha que un día subió a la Sierra y dedicó su vida a consolidar la unidad de las cubanas.
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Lucía dijo:
1
12 de abril de 2019
08:09:59
anisley dijo:
2
12 de abril de 2019
09:12:24
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