ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Producto del sabotaje al vapor La Coubre, el 4 de marzo de 1960, perdieron la vida más de un centenar de cubanos, entre estibadores, trabajadores portuarios y miembros del Ejército Rebelde. Foto: ALBERTO KORDA

El pueblo no se atemorizó por la explosión, el pueblo avanzó hacia la explosión; el pueblo no se llenó de miedo, sino que se llenó de valor y, aun cuando no sabía lo que había ocurrido, se dirigió hacia allí y hacia allí se dirigieron los obreros, las milicias, los soldados y los demás miembros de la fuerza pública, todos a prestar la ayuda que estuviese a su alcance (…).

Los interesados en que no recibiéramos esos explosivos son los enemigos de nuestra Revolución, los que no quieren que nuestro país se defienda, los que no quieren que nuestro país esté en condiciones de defender su soberanía (…).

Entonces, ¿por qué no se quiere que tengamos los medios necesarios? Es sencillamente porque se quiere que no podamos defendernos, se quiere que estemos indefensos.  ¿Y por qué se quiere que estemos indefensos? Para doblegarnos, para someternos, para que no resistamos a las presiones, para que no resistamos a las agresiones.  ¿Y tienen precisamente derecho a obstaculizar nuestros esfuerzos para adquirir los medios para defendernos las autoridades de un país que no ha podido impedir que su territorio sea utilizado sistemáticamente para bombardearnos? (…).

Y estos hechos no son únicos.  Porque, ¿quién se ha de extrañar de que estalle un barco en el puerto mientras los obreros trabajan?  ¿Quién se ha de extrañar de un sabotaje que cueste sangre de trabajadores?  ¿Quién se ha de extrañar, si hace apenas un mes –si es que llega al mes– un avión norteamericano, procedente de territorio norteamericano y manejado por un piloto norteamericano y con una bomba norteamericana, trató de dejarla caer sobre un centro donde había más de 200 obreros? (…).

Ahora libertad quiere decir algo más todavía:  libertad quiere decir patria.  Y la disyuntiva nuestra sería patria o muerte.

Y así un día como hoy, luctuoso y trágico, doloroso para el pueblo, doloroso para el gobierno, doloroso para los familiares de los obreros y los soldados, y los ciudadanos que cayeron; en un momento como este, importante, es bueno que dejemos sentadas estas cosas, y que nuestra disposición de resistir no es solo la disposición de resistir militarmente.  Creen tal vez que tenemos valor para morir, pero que no tenemos valor para resistir las privaciones, y los hombres tienen valor para resistir, incluso las privaciones que menos se imaginan (...).

Y al despedirlos, en el umbral del cementerio, una promesa, que más que promesa de hoy es promesa de ayer y de siempre:  ¡Cuba no se acobardará, Cuba no retrocederá; la Revolución no se detendrá, la Revolución no retrocederá, la Revolución seguirá adelante victoriosamente, la Revolución continuará inquebrantable su marcha!

Y esa es nuestra promesa no a los que han muerto, porque morir por la patria es vivir, sino a los compañeros que llevaremos siempre en el recuerdo como algo nuestro; y no en el recuerdo en el corazón de un hombre, o de hombres, sino en el recuerdo único que no puede borrarse nunca: el recuerdo en el corazón de un pueblo.

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Maykel dijo:

1

4 de marzo de 2019

08:39:47


Hoy cuano se recuerda las victimas de este hecho, el pueblo de #CubaSocialista dice no a la ingerencia, si ala solidaridad. @Citma #SomosContinuidad

Susy Sosa dijo:

2

4 de marzo de 2019

09:01:36


Sencillamente, Viva Cuba y sus hombres y mujeres dignos y agradecidos

Manuel Domínguez Moreno dijo:

3

4 de marzo de 2019

09:12:28


Cuba rinde tributo a las victimas de un abominable, detestable y repugnante crimen. ¡ Cuánto dolor ! … ¡ Cuánto sufrimiento ! … El vapor “La Coubre”, había arribado al Puerto de La Habana con el armamento necesario para la defensa del país, armamento que necesitábamos, porque la amenaza imperialista de invasión era real, además, los Servicios de Inteligencia norteamericanos incrementaron desde octubre de 1959 numerosas y múltiples acciones terroristas subversivas contra nuestro pueblo, con el propósito de sembrar el pánico, el miedo y el terror y de esta forma, debilitar el apoyo unánime al proceso revolucionario. En las bodegas del barco traía 31 toneladas de granadas y 44 de municiones. A las 15:10 horas, una explosión sacudió la capital, el vapor “La Coubre”, tenía la popa despedazada. Fidel describe así aquel fatídico momento: … “Lo ocurrido no podía ser más trágico:  el barco anclado en el muelle, en el instante en que estaba procediéndose a desembarcar la carga, estalló, desapareciendo virtualmente la mitad del mismo, y barriendo a los obreros y a los soldados que estaban realizando aquella operación”. Treinta minutos después de la primera explosión, mientras cientos de personas estaban involucradas en una operación de rescate organizada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias (F.A.R.), tuvo lugar una segunda explosión, aún más poderosa, más potente, más destructora, que tuvo como víctimas a las personas que voluntariamente fueron a socorrer a los heridos. En el momento de la terrible explosión, nuestro Comandante Ché Guevara, estaba reunido en el edificio del Instituto Nacional de Reforma Agraria (I.N.R.A). Después de escuchar el estruendo de la detonación, y ver la nube de polvo subiendo sobre La Habana, se dirigió hasta el lugar del atentado terrorista y pasó horas prestando atención médica a los obreros y soldados heridos, muchos de ellos con lesiones lamentablemente mortales. El el multitudinario sepelio de las víctimas nuestro Comandante en Jefe, mostró pruebas de la implicación del gobierno de los Estados Unidos de América en el crimen y por primera vez se pronuncia la frase de Patria o Muerte. El 5 de marzo de 1960, Fidel, en el discurso pronunciado en las Honras Fúnebres de las victimas de la explosión puntualizó: … “Hoy he visto —como decía— más gloriosa y más heroica a nuestra patria, más admirable a nuestro pueblo digno de admirarse como se admira a una columna que regresa del combate, digno de identificarse y solidarizarse con él como se solidarizan los hombres de un ejército después de una batalla”. Hoy, a 59 años de aquel odioso, atroz e infame crimen, podemos decir con certeza y completa seguridad, que todas las victimas están en el recuerdo y en el corazón de un pueblo, y que pese a quien le pese el generoso, digno, noble y heroico pueblo de Cuba, seguirá construyendo más y más Socialismo, y … así de demostró el pasado domingo 24 de febrero en las urnas. ¡ Viva Cuba libre ! ...

plaff dijo:

4

4 de marzo de 2019

10:07:48


Y además de tan conmovedor discurso se debe de recordar que en el sepelio de esas victimas el fotógrafo Korda dejó para la historia una de las imágenes más reproducidas en el mundo que es el rostro del Che, un rostro que a la vez muestra dolor por los hermanos caídos como dolor por tan cruel sabotaje, otra más de los Yankis que no podemos olvidar

Arturo del Villar dijo:

5

4 de marzo de 2019

12:29:11


Es la criminal forma de actuar de los gringos, utilizada ya en La Habana en 1898 con la explosión del Maine. Son impunes, no hay Tribunal Internacional de Justicia que se atreva a juzgarlos, porque son el Imperio. Pero no doblegaron a la Revolución. ¡Hasta la victoria siempre!

ignacio murcia dijo:

6

4 de marzo de 2019

12:55:07


Hoy como ayer el Imperialismo yanky, actúa como el gran terrorista que es. Viva la Revolución Cubana y su capacidad de resistencia. Cuba, Venezuela y Nicaragüa, no están solas.