Varias generaciones de cubanos conmemoraron el viernes, en la plaza local de este poblado montañoso, el aniversario 60 de la última de las batallas del Ejército Rebelde en la Sierra Maestra, decisiva para el triunfo total de la Revolución.
La ceremonia fue un canto evocador del épico enfrentamiento, que liderado personalmente por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, impuso el arrojo, la inteligencia y la fuerza de los principios de 180 revolucionarios armados, a la más poderosa concentración militar de la tiranía en el oriente del país.
En versos declamados y cantados, la recordación celebró la obra palpable de crecimiento que empezó a edificarse en Guisa, desde el instante mismo en que Fidel entró victorioso al poblado el 30 de noviembre de 1958, nunca más escenario de opresión, sino de reivindicación de libertad, justicia y progreso.
Federico Hernández, primer secretario del Partido en Granma, destacó el significado de la batalla memorable como «expresión suprema de la madurez y fortaleza de la guerrilla» y conminó a tomar como lección lo demostrado en Guisa, para aplicar a los combates actuales lo que puede una pequeña fuerza organizada, movida por los principios, donde los hombres dan todo de sí en el momento preciso, vencen lo mucho con lo poco, e imponen la superioridad de la inteligencia a la ventaja de la cantidad, dijo.
El miembro del Comité Central exaltó la legendaria figura del capitán Braulio Curuneaux, el más destacado de los oficiales de la acción, fallecido en combate el 27 de noviembre, y enalteció el rol determinante de las mujeres, que representadas en combatientes del pelotón de Las Marianas, fueron protagonistas en las primeras líneas de fuego.
Presidida además por el ministro de Cultura, Alpidio Alonso, y Manuel Sobrino, presidente de la Asamblea Provincial del Poder Popular, la parada reconoció como paladines de dignidad a varios médicos presentes, recién llegados de Brasil, y reverenció a combatientes de la heroica operación.
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