ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Parque museo Ñico López, antes cuartel Carlos Manuel de Céspedes, asaltado al unísono con el Moncada el 26 de Julio de 1953. Foto: Archivo

El entonces cuartel Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo, fue escogido para ser asaltado simultáneamente con el Moncada, de Santiago de Cuba, debido a la favorable situación geográfica de la ciudad y sus alrededores, la tradición patriótica y de lucha de sus pobladores, la cercana topografía montañosa y la condición de punto intermedio entre las provincias orientales, que ayudaría a dificultar la llegada de refuerzos a Santiago.

El inmueble, de estilo neoclásico, comenzó a construirse el 8 de marzo de 1903 y el 6 de julio del propio año se instalaría allí el Destacamento de la Guardia Rural Carlos Manuel de Céspedes, del cual existieron tres escuadrones: el E desde 1903 hasta 1935, el 35 hasta 1950, y el 13 hasta el triunfo de la Revolución.

Su estructura interior estaba dividida en los locales siguientes: club de oficiales, tenencias, comedor, cocina, baños, dormitorios, capitanía, cuartel maestre, calabozos, cuarto del oficial, garaje, enfermería, barbería, radio, talabartería, cuadras de los caballos y la garita de fondo.

Después del triunfo revolucionario tuvo varios valores de uso, entre ellos, hospital, almacenes de la construcción, oficinas, lo que hizo que se fuera perdiendo su estructura original. Solo se conservó el club de oficiales, que fue construido en 1935. El resto se fue deteriorando hasta su destrucción total.

En 1978 se reinauguró este lugar como Parque museo Ñico López, en el área que ocupaba el antiguo club de oficiales, donde se exponen objetos y documentos relacionados con la acción del 26 de Julio de 1953 y sus protagonistas.

El 2 de diciembre del 2016, las cenizas del Comandante en Jefe Fidel Castro, pernoctaron en el museo Ñico López, en la última escala del cortejo fúnebre rumbo a Santiago de Cuba. Foto: Archivo

La sala museo está circundada por un amplio parque, buena parte sombreado y de cuidada jardinería, cuya ubicación a la vera del río Bayamo lo convierte en un sitio de agradable permanencia. Es escenario frecuente de actividades políticas, culturales, de educación y fomento de actitudes de respeto al patrimonio.

El Parque museo Ñico López cuenta con una extensión cercana: la sala Los Asaltantes, ubicada en el antiguo hospedaje Gran Casino, declarado Monumento Nacional el 10 de febrero del 2004.

En este lugar, alquilado por el joven santiaguero Renato Guitart Rosell, se alojaron los asaltantes al cuartel Carlos Manuel de Céspedes. En la noche del 25 de julio de 1953, Fidel Castro lo visita, en su paso hacia Santiago de Cuba, para ultimar los detalles de la acción y sincronizar los relojes, pues el asalto debía ser simultáneo con el del Moncada.

El 2 de diciembre del 2016, justo en el aniversario 50 del desembarco –por esta misma provincia– de la expedición revolucionaria del yate Granma, pernoctaron en la sala museo Ñico López las cenizas del Comandante en Jefe Fidel Castro, en la última escala del cortejo fúnebre rumbo a Santiago de Cuba.

Antonio Ñico López, segundo jefe del destacamento encargado de tomar el cuartel Carlos Manuel de Céspedes. Su nombre denomina el Parque museo que es ahora el antiguo enclave militar. Foto: Archivo

ANTONIO LÓPEZ FERNÁNDEZ (ÑICO)

Entre los 25 jóvenes asaltantes destacó la figura de Antonio López Fernández (Ñico), cuyo nombre actualmente denomina el Parque museo donde antes estuvo el cuartel Carlos Manuel de Céspedes.

Segundo jefe del destacamento encargado de la toma del enclave militar bayamés, en la retirada, tras la sorpresa fallida, tiene que enfrentarse a tiros contra militares que repletaban un jeep, episodio en el que causa la única baja enemiga asociada a la acción.

Logra escapar de la persecusión, consigue llegar a La Habana, y asilado en la embajada de Guatemala, parte al exilio en ese país. Vuelve a Cuba tras la amnistía política, ocupa cargos en la dirección del Movimiento 26 de Julio y contribuye a su organización por toda la nación.

Perseguido por sus actividades, parte a México, se integra a los preparativos de la expedición del yate Granma y viene en ella como miembro de su Estado Mayor.

Luego de la dispersión de Alegría de Pío, tres días después del desembarco, es masacrado en las inmediaciones de Boca del Toro, territorio costero de Pilón, el 8 de diciembre de 1956.

Un artículo publicado en Granma por la periodista Marta Rojas, da cuenta de que en su estancia en Guatemala, Ñico López conoce a Ernesto Che Guevara, quien colaboraba con los planes agrícolas del gobierno revolucionario de Jacobo Arbenz.

Por Ñico supo el médico argentino «todo lo relacionado con los hechos del 26 de Julio de 1953 y escuchó testimonios de primera mano sobre el joven abogado Fidel Castro, jefe del asalto al Moncada.

«También sería Ñico López quien pusiera en manos de Ernesto Guevara un ejemplar de la primera edición clandestina de La Historia me Absolverá».

MÁRTIRES DEL ASALTO AL CUARTEL CARLOS MANUEL DE CÉSPEDES

NINGUNO CAYÓ DURANTE EL ATAQUE, FUERON ASESINADOS TRAS LA PERSECUSIÓN FEROZ DE LOS ESBIRROS BATISTIANOS

- Rafael Freyre Torres        

- Luciano González Camejo           

- Pablo Agüero Guerra

- Lázaro Hernández Arroyo

- Mario Martínez Arará

- José Testa Zaragoza                                      

- Pedro Véliz Hernández

- Hugo Camejo Valdés

- Rolando San Román de la Llana

- Ángel de la Guardia Guerra Díaz

Fuente: informaciones tomadas de las páginas digitales del Centro Nacional de Patrimonio Cultural; Crisol, de la Dirección Provincial de Cultura en Granma, y del artículo Ñico López y Ciro Redondo, otros dos héroes del Moncada, de la periodista Marta Rojas, publicado en el diario Granma el 11 de marzo del 2014.

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