
Las Tunas-Bajo la premisa de que las fuentes renovables de energía (FRE) son elementos indispensables en la búsqueda del desarrollo sostenible y la cooperación internacional sesionó recientemente en el balcón de oriente cubano el décimo tercer encuentro internacional Cubasolar 2018.
Alrededor de 200 delegados de Cuba y países como Italia, Canadá, México, Finlandia, Estados Unidos, Brasil y Paraguay, intercambiaron las más diversas experiencias en relación al tratamiento que dan sus respectivos gobiernos a este tema, la importancia de los estudios que parten desde las universidades como centros de validación científica y el papel de las potencialidades locales como punto de partida para la puesta en marcha de proyectos que tengan en las FRE su eje central.
Varias conferencias y paneles se sucedieron como parte del evento, entre los espacios de esa índole que con mayor fuerza suscitaron el debate, estuvo el denominado «La soberanía alimentaria y las fuentes renovables de energía», de la Máster en Ciencias Madelaine Vázquez Gálvez, quien declaró a este medio algunos de los puntos que interconectan ambos conceptos, en la práctica diaria del campesinado.
«Este panel abordó el uso de diferentes tecnologías limpias en la producción de alimentos, dígase la biomasa, la energía eólica y la fotovoltaica, que han permitido en las fincas evaluadas, una independencia energética de alrededor del 80 por ciento en muchos casos. Estos productores, por medio de la utilización de las tecnologías que mencionábamos han logrado resultados como la diversificación de cultivos, lo que trae aparejados mayores niveles de productividad».
Un interesante panel se dedicó a la colaboración internacional y al impulso de proyectos conjuntos. Las experiencias presentadas apoyan la voluntad política del gobierno cubano para transformar de forma paulatina su matriz energética. Un ejemplo de ello fue el presentado por el ingeniero eléctrico cubano residente en Quebec, Adonis Pérez Lorenzo.
«La creación de un aula especializada en la instalación de paneles solares para el enseñanza politécnica es un proyecto piloto que pretendemos desarrollar en Ciego de Ávila. La idea es crear a partir de ese proyecto, la escuela de instaladores de paneles fotovoltaicos de Cuba. Queremos que tanto profesores como alumnos, con toda la tecnología necesaria, puedan dominar la composición e instalación de los sistemas. Aunque el proyecto está aún en una etapa incipiente, contamos con el apoyo de Cubasolar en la citada provincia y hemos conciliado con la dirección de Educación, en pos de poder incluir estos contenidos en los planes de estudio».
Más allá de las limitaciones económicas que implica el bloqueo, los presentes en el evento coincidieron en que nuestro país, se consolida como paradigma en el impulso a la utilización de estas tecnologías, sobre todo por la existencia de políticas y estrategias tangibles que permitan consolidar el empleo de fuentes como la biomasa, y las energías solar, eólica e hidráulica. Las Tunas es, como afirma el doctor Luis Bérriz, presidente de Cubasolar, una de las provincias con mayores potencialidades.
«Lo que vemos aquí es que, de acuerdo al plan establecido en este territorio, la provincia logre producir más energía con fuentes renovables que la que demandan sus necesidades y poder incluso aportar a otras. El país se propone para el 2030 que el 24 por ciento de la necesidad de energía eléctrica sea cubierta con fuentes renovables, pero creemos que eso puede suceder mucho antes en Las Tunas, y a un ciento por ciento».
Cubasolar 2018 ha venido a reforzar el principio de que las FRE necesitan primero de un reconocimiento de su importancia; segundo, recursos; y tercero, fuerza de trabajo calificada. En pos de esa realidad, los pasos de nuestro país, son cada vez más sólidos.
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noel dijo:
1
30 de mayo de 2018
11:51:05
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