ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
La producción de elementos de cerámica distingue a la UEB El Jardín; fabrican además otros surtidos. Foto: Romero Cruz, Yusmary

ARTEMISA.–Por primera vez los jóvenes Miguel Alejandro Madera y Yudiel Veloz se inician en labores constructivas, y ya es evidente la valía del tiempo invertido en esta tarea. Desde la unidad empresarial de base (UEB) El Jardín, próxima al kilómetro 5 ½ de la carretera Cayajabos, contribuyen, junto a los más experimentados en la materia, al desarrollo de este incipiente proyecto, que forma parte del Programa de Producción Local y Venta de Materiales de Construcción.

Mientras en una de las áreas preparan condiciones para echar a andar una ponedora de bloques –a prueba en el centro–, y otros compañeros alistan la mezcla requerida por este equipo resultante de la innovación, a unos metros de distancia cobran forma un sinnúmero de ladrillos de barro, con el apego de manos laboriosas.

Conocido popularmente como El Tejar, en este sitio radicó otrora una industria dedicada a la fabricación de elementos de cerámica roja. «Desde la década de los 90 cesó su explotación y el deterioro se hizo inminente. Hace alrededor de un año comenzamos a habilitar la instalación: construimos tres naves, montamos los techos e hicimos un horno, y para el pasado 1ro. de febrero iniciamos actividades como UEB», asegura Carlos Alberto Aguilera, el director de la unidad, perteneciente a la Empresa Provincial de Construcción y Mantenimiento.

Más de 30 trabajadores dedican esfuerzos a sacar adelante unos 28 renglones, y a la vez se encuentran inmersos en la terminación de la infraestructura, por lo que conjugan ambas actividades. El Jardín forma parte de las estrategias trazadas para que desde lo local también se logren aportes de impacto en la sociedad.

CRECIMIENTO PAULATINO

«Al sumarse Artemisa a la iniciativa promovida en el país, se empezaron a crear capacidades y sistemas productivos; ahora, en mejores condiciones, se fortalece paulatinamente», manifiesta Belkis Blanco, quien al momento de la entrevista se desempeñaba como directora general de Infraestructura e Inversiones, a cargo del grupo provincial que atiende el referido programa.

De los 118 renglones básicos, el compromiso es llegar a 77 en los primeros seis meses del año, y posteriormente a 101. Aún ha de ser arduo el trabajo para alcanzar la meta prevista. «Creceremos inicialmente en los de plástico y cerámica», comenta.

La adquisición de moldes y máquinas extrusoras posibilitará resultados superiores en los primeros, cuyas capacidades están creadas en Bauta, Caimito y San Cristóbal, y permiten la obtención de mangueras de ¾ y de media, cajas eléctricas, llaves, conexiones… «Disponemos de otras ofertas en las tiendas, pues a partir del programa de Ahorro de agua, adquirimos las restantes en Villa Clara. En el caso del barro empezamos recientemente en El Jardín y aspiramos a seguir creciendo en esta actividad», especifica.

En sentido general, al cierre de marzo el territorio reportaba 38 renglones. Entre los municipios que muestran mayores avances destacan Bahía Honda, San Cristóbal, Artemisa, San Antonio de los Baños y Guanajay.

DESDE UNO DE LOS CENTROS DE PRODUCCIÓN LOCAL

Con la intención de satisfacer necesidades apremiantes de la población, se promueve el impulso del programa a partir de la reinauguración con nuevos bríos de instalaciones de este tipo, y del llamado a potenciar un trabajo sostenido y en ascenso.

En Guanajay se han incorporado los 11 municipios. Allí radica una UEB territorial que atiende otros tres poblados.

«Nuestra principal fortaleza está en los elementos de pared: a diario hacemos un promedio de 3 150 bloques que equivalen a lo necesitado en tres viviendas», precisa Odalys Castellano, técnica al frente del proceso.

Para ellos resulta vital garantizar el futuro, por lo que asesoran a un grupo de adiestrados del instituto politécnico Mártires de Guanajay, de la carrera de Albañilería. Asimismo, aprovechan al máximo los recursos disponibles. «Recolectamos desechos en el pueblo, que remolemos, intencionando la búsqueda de alternativas en cuanto al árido.

«Lograr insertar a los trabajadores por cuenta propia (TCP), o vincular su área de trabajo a nuestra entidad, es una de las premisas; ya contamos con el apoyo de varios», concluye Castellano.

POTENCIALIDADES HAN DE PROPORCIONAR RESULTADOS

En instalaciones del otrora Tejar ponen a prueba una ponedora de bloques. Foto: Romero Cruz, Yusmary

La provincia dispone actualmente de un total de 69 bloqueras, 25 prensas, 453 moldes de losa canal y 36 de tanques de agua, así como de 32 molinos y reparan otros 19 en un taller concebido por la Empresa de Construcción y Mantenimiento para estas tecnologías, en San Cristóbal. En los números expuestos se tiene en cuenta la participación en esta tarea de cerca de 35 TCP, la mayoría vinculados a la fabricación de bloques y piso.

Pese a que en cada uno de los municipios existe un módulo de producción local, la aspiración es continuar ampliando el programa, y hacerlo extensivo a los consejos populares: de 40 identificados con posibilidad de aplicar la alternativa, ya obtienen resultados en una buena parte, y entre este año y el próximo se proponen llegar a la totalidad (66).

Por otra parte, valoran con Comercio la creación de puntos de venta cercanos a las producciones, para que no solo se limite esta variante a la tienda municipal, en la cual se oferta a la población el 80 % de los surtidos resultantes del quehacer en cada localidad –a excepción de la cubierta que asciende a 95–, y el restante lo emplean los Consejos de la Administración en obras sociales.

Resulta esencial, además, incentivar la remolida, pues la demanda de árido es mayor que las potencialidades de la industria. «La cantera más idónea para la fabricación de productos de resistencia es la de Bahía Honda, pues la de San Cristóbal no tiene la calidad requerida para ello. Solicitamos 4 000 metros de arena sílice, proveniente de Pinar del Río y más de 5 000 de las canteras de La Habana. De esta forma, unido a la remolida, es posible satisfacer las necesidades contempladas en el plan», puntualiza Blanco.

PRIORIDAD A FOMENTAR

Un tema preocupante entre la población es el relativo a la vivienda. En este momento producen 33 mensuales, pues aún inciden las capacidades de cubierta y de piso. En el caso de los elementos de pared no presentan dificultades, pues el territorio tiene capacidad para obtener más de tres millones de bloques anuales.

«A partir de la situación existente en el país con el plan de la vivienda, se solicitó potenciar diez renglones encaminados a garantizar la conclusión de estas, entre los cuales se encuentran elementos de pared, piso y cubierta, mesetas, lavaderos, tanques de agua, marcos y tablillas de hormigón (estas últimas las fabrican en Bauta y San Antonio de los Baños, mediante la aplicación de una experiencia emprendida en Nuevitas, Camagüey)», agrega.

Este año tienen la misión de arribar a las 662 viviendas, y no solo tributará al programa la Empresa de Construcción y Mantenimiento, sino que se sumarán las unidades básicas de producción cooperativa Rigoberto Corcho y El Mango, Industrias Locales, la Empresa de Desmonte y Construcción, y la Pecuaria Genética Los Naranjos.

PRIORIDADES Y PROYECCIONES

Proponer soluciones cercanas a las posibilidades de la población y con la calidad requerida.

Lograr producir una vivienda diaria por municipio.

Incrementar las capacidades de cubierta y piso.

Incorporar más trabajadores por cuenta propia.

Vincular el programa a los proyectos de desarrollo local y de colaboración internacional.

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