ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

«El III Frente, nacido de la concepción revolucionaria y del espíritu de ofensiva de Fidel, cumplió con honor la misión que le asignó el Comandante en Jefe y fue uno de los puntales de la victoria definitiva del pueblo cubano». Juan Almeida Bosque

 

Primera fotografía tomada a miembros de la Columna No.3 en el territorio del III Frente. De izquierda a derecha, sentados: Félix Ramírez, comandante Juan Almeida, Esteban de la Puebla y Calixto García. De pie: Raúl Díaz, Inocente Córdova y Rolando Dorticós. foto: Archivo

Con las empinadas montañas y la frondosa vegetación de la Sierra Maestra como testigo, en el caserío de Puerto Arturo se cumplía el propósito de Fidel de extender el teatro de operaciones militares hacia otros territorios de la provincia de Oriente.

El 6 de marzo de 1958, bajo el mando del Comandante Juan Almeida Bosque, fue creado el III Frente, denominado Mario Muñoz en honor al insigne médico asesinado el 26 de julio de 1953, luego del asalto al cuartel Moncada.

Una vez establecido, Almeida  trazó la línea a seguir: explorar el terreno, ubicar a la tropa y definir las misiones, así como depurar e integrar a los grupos de alzados que actuaban en el territorio.

Organizó la logística y los abastecimientos por diversas vías y fuentes. Propició la creación de servicios como educación y asistencia médica, que beneficiaron  a los combatientes y a la población civil; con esta última comenzó a desarrollar un trabajo político profundo, al tiempo que iniciaba la labor de impartición de justicia.

El 14 de marzo, con sus combatientes, el Comandante Almeida realizó el primer combate del Frente, los objetivos fueron la guarnición y las instalaciones de la refinería de petróleo Texaco. Por diversas razones aquella acción inicial se limitó a un intercambio de disparos, pero tuvo significativo impacto en el orden político.

Sobre sus resultados, Vilma Espín refirió: «…por primera vez los rebeldes aparecieron prácticamente en la ciudad de Santiago de Cuba».

En apoyo a la huelga general revolucionaria, en la zona de operaciones del III Frente fueron realizadas acciones con el propósito de sustentar el intento de paro general. Para ello, el Comandante Juan Almeida distribuyó patrullas para efectuar sabotajes e incursiones en pueblos y ciudades, interrumpió el tránsito, atacó tanto a guarniciones como a los refuerzos que acudieran en auxilio y actuó de conjunto con las milicias del movimiento clandestino.

Entre las acciones de mayor importancia estuvo la toma del poblado de El Cobre, simultáneamente con el asalto a la mina Dinabel; los rebeldes extrajeron los explosivos que podían ser trasladados, y el resto fue detonado, lo que provocó un enorme estallido, que fue escuchado en El Cobre, Santiago de Cuba y sus alrededores.

En días posteriores, el Comandante Juan Almeida recibió la orden de trasladarse al I Frente con parte de sus hombres y mantener otra cantidad de combatientes en el territorio del III, para contener al enemigo, presionar por la retaguardia a las tropas involucradas en la ofensiva y preservar las instalaciones creadas.

La meritoria labor de los combatientes que permanecieron en el III Frente fue resumida por su jefe: «…cuando nos marchamos, el 18 de mayo, el III Frente no dejó de existir ni de luchar. Aquí quedó un grupo de oficiales y de combatientes que, mal armados y sometidos a las continuas acciones de las tropas y la aviación enemigas, supieron comportarse ejemplarmente y mantuvieron en alto las insignias de este baluarte revolucionario».

La Ofensiva de Verano de la tiranía, iniciada el 25 de mayo contra el I Frente José Martí, concluyó el 6 de agosto, con su descalabro total.

Al regresar el jefe guerrillero al territorio del III  Frente, estableció la comandancia en el batey llamado La Lata, y creó tres unidades a él subordinadas, que actuarían acorde con la situación. Además, inició la reorganización de la zona de operaciones con el objetivo de estrechar el cerco a Santiago de Cuba y ejercer el control absoluto de las vías de acceso, como se le había ordenado para, en el momento oportuno, tomar la ciudad.

Por orden del Jefe del Ejército Rebelde, dos nuevas columnas se incorporaron al III  Frente: la 9 Antonio Guiteras y la Columna 10 René Ramos Latour.

Para el segundo semestre del año realizaron diversas acciones, mediante emboscadas causaron sensibles bajas al enemigo y actuaron activamente en las vías de enlaces de pueblos y ciudades, y contra instalaciones enemigas de El Caney, Santa Rita, Dos Palmas, Maffo, Contramaestre y Palma Soriano, así como en Zarza de Guaninao, Puerto de Moya y en Paraná.

Ya para el mes de octubre, el Frente había adoptado su estructura definitiva. La doctora Melba Hernández, combatiente del Moncada, fue nombrada jefa de la administración civil y sustituta del jefe del Frente para esos asuntos.

Los departamentos establecidos fueron: Justicia; Café, cacao y ganado; Suministros; Viales; Educación; Transporte; Sanidad Militar y Comunicaciones, que atendía Radio, Teléfonos, Mensajeros y Enlaces, y Propaganda. Las columnas también formaron sus respectivos aparatos administrativos.

Con el objetivo de hallar una salida a la situación político-militar en que se encontraba, la tiranía había convocado a elecciones generales para el 3 de noviembre de 1958. Para entorpecer los fraudulentos comicios, la Comandancia General del Ejército Rebelde impartió instrucciones a todos los jefes de interrumpir el tránsito y realizar acciones en sus territorios.

Las fuerzas del III Frente intensificaron el quehacer militar a partir del 26 de octubre y hasta el 6 de noviembre, con ello contribuyeron a obstaculizar la farsa electoral. También, participaron en la Operación Gancho, efectuada por el II Frente Frank País, para dificultar la realización de las elecciones.

El 13 de noviembre de 1958, la emisora Radio Rebelde informaba las instrucciones del Jefe del Ejército Rebelde a los comandantes y jefes de columnas para iniciar la ofensiva rebelde por la provincia de Oriente.

El 19 de noviembre, Fidel llegó a la zona de operaciones del capitán Calixto García, para ponerse al frente de la dirección estratégica principal con la más importante agrupación del Ejército Rebelde. Las acciones se iniciaron con la batalla de Guisa, realizada del 20 al 30 del mes de noviembre y culminada con una brillante victoria. En aquellos momentos el jefe del Ejército Rebelde había impartido órdenes para liberar todos los pueblos situados entre Santiago de Cuba y Bayamo. El 9 de diciembre, combatientes del I y III Frentes atacaron Baire, abandonado por los militares que huyeron hacia Jiguaní.

Al siguiente día inició el sitio a Maffo.

Entre Bayamo y Santiago de Cuba solo quedaban por rendir Maffo y Palma Soriano. Un día antes, la guarnición de la guardia rural en Melgarejo capitulaba incondicionalmente ante las tropas de la Columna 10. Durante las acciones para la liberación de Santiago de Cuba fueron relevantes los enfrentamientos en las carreteras. Se destaca el de La Aduana, donde fueron interceptadas y sitiadas fuerzas del enemigo el 12 de diciembre por tropas al mando del Comandante Almeida e integrantes de la Columna Móvil, al mando de Vilo Acuña, días antes ascendido a Comandante.

El 18 de diciembre de 1958, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz celebró una reunión de la Dirección Nacional del Movimiento en el lugar conocido por La Rinconada, donde trazó las directrices para la batalla final y, el 22, citó en el central América a los jefes que actuarían en Palma Soriano.

Al día siguiente, tropas del I, II y III Frentes iniciaron el ataque a Palma Soriano bajo las órdenes de Fidel. Por primera vez actuaban conjuntamente fuerzas de tres de los frentes de la provincia de Oriente.

Las posiciones enemigas fueron cayendo. Muchos soldados corrían a refugiarse a las que aún resistían, hasta que los últimos uniformados depusieron las armas el 27 de diciembre. Maffo se rindió incondicionalmente el 30 de diciembre a las fuerzas rebeldes que dirigía personalmente el Jefe del Ejército Rebelde.

El colapso de la tiranía era inminente. La noticia de la huida del tirano Batista el 1ro. de enero, corrió por todo el país. Inmediatamente, a través de Radio Rebelde, Fidel transmitió con urgencia indicaciones a los jefes del Ejército Rebelde y al pueblo, entre ellas no detener las operaciones para impedir que les fuera escamoteada la victoria.

A las columnas del III Frente les ordenó estar preparadas para marchar sobre Santiago de Cuba. Ese día histórico, el jefe de las tropas en Santiago de Cuba, coronel Rego Rubido, sin otra alternativa, se entrevistó con Fidel y se puso a sus órdenes. (Redacción Nacional, con la colaboración de la Oficina del Historiador de las Fuerzas Armadas Revolucionarias)

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Reinaldo dijo:

1

6 de marzo de 2018

13:15:37


Juan almeida fue un gran dirigente, muy fiel a Fidel y asu Pueblo.

Jordan dijo:

2

6 de marzo de 2018

15:07:47


Saludos cordiales: quisiera saber si hay algún libro donde se cuente con lujo de detalles todas las operaciones del III Frente Oriental "Mario Muñoz" así como su estructura con el nombre de oficiales y combatientes.Desde ya, muchas gracias.Afectos