ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Oscar López Rivera rinde honores a los mártires del 26 de Julio en Bayamo. Foto: Dilbert Reyes Rodríguez

BAYAMO, Granma.–El independentista puertorriqueño Oscar López Rivera visitó en esta provincia varios sitios vinculados a las guerras libertarias de Cuba, y en ellos exaltó las causas comunes que históricamente han movido a ambos pueblos por su emancipación.

En la Plaza de la Revolución de la ciudad de Bayamo, López Rivera rindió honores a Carlos Manuel de Céspedes y Perucho Figueredo.

Al declararse profundamente emocionado de pisar la tierra exacta donde comenzó la gran gesta cubana por su libertad, reafirmó una de las grandes esperanzas de su lucha: «Yo espero que un día Puerto Rico sea tan libre y soberano como Cuba, y podamos formar entonces la federación antillana».

De regreso a Bayamo, recorrió el parque museo Ñico López, antes cuartel Carlos Manuel de Céspedes, atacado simultáneamente al Moncada, el 26 de julio de 1953.

Allí depositó una ofrenda a la memoria de los mártires del suceso, conoció detalles de los hechos acontecidos en la efeméride y sintió especial emoción al apreciar el lugar exacto en que reposaron –por una noche, el 2 de diciembre del 2016– las cenizas de Fidel, en el cortejo fúnebre hacia Santiago.

«Si algún hombre me ha inspirado a mí muchísimo ha sido el Comandante Fidel Castro Ruz. En los momentos más difíciles de la prisión, en todas las batallas de mi lucha», afirmó López Rivera.

«Son muchas las cosas que agradezco a Cuba. En mi corazón el Comandante Fidel vive, y será un ejemplo el resto de mi vida, pues espero luchar hasta el último suspiro», dijo.

También intercambió con estudiantes, profesores y trabajadores, miembros de los varios comités de solidaridad con Puerto Rico instituidos en la provincia de Granma, a quienes agradeció por no cejar en el apoyo constante a su resistencia desde las cárceles norteamericanas.

Al concluir su visita refirió que las luchas de Cuba y Puerto Rico son luchas que nos unen, desde el principio, desde el grito de Lares allá y el de Yara aquí. Martí y el Partido Revolucionario Cubano aceleraron y aumentaron esa unidad, y con Fidel y la victoria del 59 alcanzó el punto más alto.

«Lamentablemente, Puerto Rico sigue siendo una colonia, pero muy cerca seguimos teniendo a la Revolución Cubana, que nos ha dado un ejemplo de lo que es lucha, sacrificio, de que lo único imposible es lo que no se hace».

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