El creador de los toques militares de la guerra de independencia y que perduran hasta nuestros días es Eduardo Agramonte Piña, también el primer hombre en ser herido en las tierras insurrectas camagüeyanas. Sin embargo, a 145 años de su natalicio (8/3/1872), la historia parece olvidarlo.
«Eduardo Agramonte fue músico, periodista, médico y coronel del Ejército Libertador: una personalidad digna de ser reconocida en nuestra historia, pero el interés por su estudio disminuye con el paso del tiempo», asevera Jorge Luis Montesino Grandías, investigador de esta personalidad y especialista en música de la Biblioteca Nacional José Martí.
Dos de los toques militares más utilizados en la actualidad son A degüello, también conocido como Al machete, y Diana mambisa, los cuales anunciaban el inicio del combate y el nuevo día, respectivamente. Muchos los atribuyen a Perucho Figueredo, cuando su verdadero artífice fue el independentista Eduardo Agramonte Piña.
Esos toques militares están grabados en el disco Toques Militares Mambises, producido por la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (Egrem). Radamés Giro afirma, en el Diccionario Enciclopédico de la Música en Cuba, que el camagüeyano Agramonte figura entre los más destacados compositores del país.
Montesino Grandías agrega que este independentista estudió música en su provincia natal, luego de haberse graduado en Barcelona, España, de Medicina.
El personal del Hospital Eduardo Agramonte, de la provincia de Camagüey, supone que la institución lleva ese nombre porque fue un excelente médico, pero no conoce el desempeño de esta figura como cirujano de las fuerzas independentistas. «Solo sé que es el primo de Ignacio Agramonte», comenta el doctor Marcio Ramírez Torres, galeno del centro.
Agramonte efectuó su primera intervención quirúrgica en el campo de batalla, cuando en la acción militar de Arenillas, el 30 de noviembre de 1868, tuvo que amputarle el brazo al teniente coronel Pedro Recio, conocido posteriormente como el Manco de Arenillas, hecho registrado en el Diccionario Enciclopédico de la Historia Militar de Cuba.
La vicepresidenta primera de la Unión de Historiadores de Cuba y profesora e investigadora, Elda Cento Gómez, comenta que es una de las figuras más atractivas de la historia. Destaca su protagonismo en el alzamiento de Las Clavellinas y su responsabilidad como Secretario del Interior y Jefe del Cuarto Pelotón, cargos en los que obtuvo meritorios logros.
«En el Archivo Histórico de Camagüey existe un cuadro del coronel que sirve para mostrar su apariencia, mientras que su biografía reposa en el fondo histórico de la guerra de independencia. Él representa una parte esencial de la historia de la provincia, pero no es objetivo social del archivo difundir su personalidad», comenta Leydi Cabrera Nápoles, especialista en servicios de archivos de la institución.
El escritor cubano César García del Pino avala, en su libro Mil criollos del siglo XIX, que Agramonte recibió su bautismo de sangre en el combate de Bonilla, el 26 de noviembre de 1868, donde resultó herido en una pierna, considerándose la primera persona que derramó sangre en tierras insurrectas camagüeyanas.
Con el objetivo de instruir a los oficiales acerca de la estrategia, elaboró el cuaderno titulado Memorándum sobre el Arte de la Guerra; además, colaboró con el periódico El Oriente en diversas ocasiones, hechos descritos por Ramón Roa Gari, en su artículo Nuestros mártires.
Para Cento Gómez no existe la intención de olvidar a Agramonte, «lo que sucede es que él, como muchas otras personalidades históricas, quedaron atrás por la falta de información y al hacer ahora un recuento vemos cuántas importantísimas figuras pasamos por alto».
Y la profesora concluye: «ciertamente, Agramonte no es objeto de atención, esperemos que la historiografía cubana alguna vez lo rescate y que deje de ser, para muchos, solo el primo del Bayardo».
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Mario Naval Sainz de la Pena dijo:
1
25 de octubre de 2017
09:46:25
Eduardo Pedroso dijo:
2
25 de octubre de 2017
10:24:13
Miguel Angel dijo:
3
26 de octubre de 2017
09:06:46
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